Bienaventurados los sedientos

Nuevo caso de esta detective que comienza con la aparición misteriosa de unos números pintados con sangre en diversos puntos de la ciudad.
Lo que se inicia cómo un caso sin víctimas acaba siendo la obra de un asesino en serie que se ceba con mujeres pendientes de conseguir permiso de residencia.
En esta ocasión se centra menos en las relaciones personales tanto de la detective cómo de su amigo el fiscal, dejando un poco de lado la vida personal de estos para centrarse en la de una de las víctimas y su padre.
Me ha gustado mucho el final, tanto de la resolución del caso como en cuanto a la vida personal de Anne, la detective.
Me ha quedado un poco cojo el desarrollo aunque ha mejorado mucho con el desenlace.

Nos encontramos ante la segunda entrega de los libros protagonizados por Hanne. Nos encontramos medio año después del caso de la diosa ciega. En este momento, encontramos una ciudad llena de crímenes sin resolver y violencia.

Unos escenarios llenos de sangre, unos números escritos en la sangre... ¿Descubrirá la policía al culpable? ¿O actuará otro sábado antes de que lo pillen?

Todo este caso se entremezcla con la violación de Kristine. Destrozada vuelve a casa de su padre, y los dos empiezan a hacer su propia investigación al ver que la policía no avanza en la búsqueda de violador.

En esta novela, se centra más en la investigación y en la vida de Hanne. Sand queda un poco en segundo plano. A nivel personal, vemos un poco más la relación que tiene con Billy T. ¡Creo que la novela debería durar un día más!