Mi piel se eriza ante su tacto invisible. El viento besa mi rostro, se posa en mis párpados, enciende mis labios, rodea mi cintura, pronuncia mi nombre con el anhelo de mil noches.
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Mi piel se eriza ante su tacto invisible. El viento besa mi rostro, se posa en mis párpados, enciende mis labios, rodea mi cintura, pronuncia mi nombre con el anhelo de mil noches.
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El brote nace poco a poco, suspira y ríe como un niño. Lo escucho cantar mientras crece, sediento de amor y luz. Su sed se convierte en la mía, así como su deseo de plenitud. Es ese momento embriagador en el que ambos nos fundimos en uno.
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El amor seguirá siendo amor incluso en la muerte.
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-El perdón es como el recuerdo -dice al fin-, una vez que lo obtienes, no hay vuelta atrás.
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La muerte no es poética… …ni hermosa… …y sin embargo no debes tenerle miedo… …porque lo verdaderamente terrible no es morir… …ni siquiera enfrentarse al olvido o al dolor… …sino no haber tenido el valor de vivir nunca. |
-Creo…-balbuceó Casey- que si estás loco, quiero estarlo yo también. -Bah -replicó él con voz jovial-, lo difícil es estar cuerdo. |
Venga, en serio, no me digas que no eliges las canciones por un motivo. ¡Por sí solas no valen gran cosa! Son nuestros sueños, recuerdos o incluso miedos los que les dan sentido.
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Es un crimen que una canción suene sin más. La mayoría de la gente entiende la diferencia entre oír y escuchar, eso está bien. ¿Y sentir? Si la música no se siente, ¡no es música!
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La luz más pura siempre se encuentra cuando crees que solo te rodean las tinieblas.
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-No hay libros aburridos. Ni inútiles, si es lo siguiente que estás pensando. El escritor se ofrece ante el lector, y con este verbo quiero decir que sus palabras son una ofrenda. No todos los libros son para la misma clase de persona ni a todas las personas les gustarán los mismos libros.
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Manolito ...