En este libro nos trasladamos a los años 90 junto a Catalina y Paolo; una chica que vive con miedo, y un chico destinado a quererla. Y por otra parte volveremos a la actualidad, donde conoceremos a Miranda y Daryn; una chica que se refugia tras el humor y un chico que le robará el corazón desde la mesa de al lado de su oficina. Nos encontramos con un libro con dos tramas con un punto en común que no voy a desvelar, donde seremos testigos de dos historias de amor preciosas con secretos, miedos, confianza, libertad, sonrisas y bailes; dos tramas en las que veremos la situación de dos mujeres muy diferentes, pero unidas de la forma más bonita que puede haber. Me gustaría daros más detalles, pero siento que os llenaría de spoilers y creo que es una novela que merece ser leída sin mucha información. Es emocionante descubrir más sobre estas historias poco a poco, página a página. Los personajes son, sin duda alguna, lo mejorcito del libro. Catalina, Paolo, Miranda y Daryn son todos muy distintos entre ellos, pero siento que con sus respectivas parejas de historia tienen una química y una complicidad asombrosa, y que tienen unos corazones tan nobles y sienten con un amor tan sano, que me han tenido a lágrima viva la mitad del libro. Y no me quiero olvidar de los importantísimos secundarios (aunque haya uno de ellos que odie con toda mi alma), como son Carmela, Héctor, Irena y Susi. La pluma de Manu es maravillosa. Es fresca y ligera, pero con toques más cálidos que la hacen ideal. Su primer libro y ya me ha enamorado. En resumen, “Como bailar sin música” es un libro que definiría como una montaña rusa de emociones; me ha hecho reír y llorar, odiar a personajes, querer a otros muchos, pero sobre todo enamorarme con la historia de amor de Catalina y Paolo, y de Miranda y Daryn. Si buscáis un libro que os deje el corazón calentito y de cuyos personajes no podáis olvidaros nunca, este es el vuestro. + Leer más |