Recuerdo momentos de paz cuando, por alguna razón, me era posible ir sola al baño.
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Recuerdo momentos de paz cuando, por alguna razón, me era posible ir sola al baño.
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Doris Lessing dejó escrito: "Para una mujer inteligente no hay nada más aburrido que pasar infinitas horas con un niño pequeño".
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La muerte en sí no existe, dice Marcello. ¿Acaso borra lo que un hombre ha hecho en vida? ¿Borra sus méritos, su legado? No. Así que… Muerte, ¿qué eres? No eres nada. Te gustaría ser tan importante como la vida. Pero la vida dura una vida, amiga mía. Y tú, muerte, sólo duras un instante, el instante en el que llegas.
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No hay que olvidar la presión social que se impone a las madres. Es muy duro para la mayoría de las mujeres reconocer ante sí mismas, ante su familia y luego ante la autoridad (los médicos somos eso, al fin y al cabo) que la maternidad no las colma de felicidad, y no sólo eso, sino que se sienten hundidas a causa de ella.
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Un reconocimiento o una ofrenda, una muestra de todo lo que se les ha negado, un poco de ternura siquiera en el recuerdo... Al fin y al cabo, yo soy vida. Y cuando acaba el día, intento ahuyentar la muerte. |
En ocasiones sentía que tenía que liberarme del niño, pero cada vez que me alejaba para dar un paseo en solitario era peor, pues seguía llevando al bebé colgado de mi conciencia.
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[…] la identidad de madre había terminado por devorar todas las demás y había mandado a todos mis yos al pasado más remoto. […] yo ya no era yo. Y una vez superado el aturdimiento inicial, decidí una cosa: que iba siendo hora de darle la vuelta a la situación y que, de alguna manera, tendría que empezar a recomponer un ser recogiendo miguitas donde fuera que estuvieran.
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Gregorio Samsa es un ...