Las madres no de Katixa Agirre
No hay que olvidar la presión social que se impone a las madres. Es muy duro para la mayoría de las mujeres reconocer ante sí mismas, ante su familia y luego ante la autoridad (los médicos somos eso, al fin y al cabo) que la maternidad no las colma de felicidad, y no sólo eso, sino que se sienten hundidas a causa de ella.
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