Para mí, tú eres Amelia. la que prepara unas tortitas asquerosas y tienes una sonrisa que rivaliza con el sol. Tú eres lo único que quiero.
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Para mí, tú eres Amelia. la que prepara unas tortitas asquerosas y tienes una sonrisa que rivaliza con el sol. Tú eres lo único que quiero.
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-Ella no te merecía. Coincido en que a veces los opuestos no pegan ni con cola, como los encurtidos y los brownies. Pero a veces, pueden mejorarse el uno al otro, como el beicon y el sirope de arce.
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Así que me inclino y le beso en la frente. Es un ligero contacto; no hay motivo para que este roce lejos de sus labios sea como un relámpago en plena tormenta. Pero lo es. La sensación de mis labios en su piel, la proximidad de nuestras caras y nuestros cuerpos; todo ello me hace vibrar. Y cuando Noah inspira hondo y emite un ligero sonido de placer desde el fondo de su garganta, he cambiado para siempre.
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¿Cómo se ha infiltrado tan deprisa esta mujer en mi vida? Diría que ha habido tornados que han pasado más despacio por este pueblo. Y, lo más seguro, causando menos daños de los que probablemente provocará ella.
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Estoy a una mujer más de destrozándome la vida de tapar todas mis ventanas con tablones y convertirme en un ermitaño que grita irreverencias a los que cantan villancicos en Navidad
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Dios mío, por favor, que la deshidratación no me haga ver cosas que no están realmente aquí.
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_________Cerditos