Los caminos de Gileos

Ha pasado un año desde los acontecimientos narrados en Rayos de un sol quebrado y Mirluc, Pancas, Wullter, Teófilo, Lorenduc y Dubelia se acostumbran a sus nuevas vidas. Ahora Mirluc es buscado por motivos diferentes por Pancas y por el príncipe Sorpensin. Durante la búsqueda Pancas se ve envuelto en una artimaña que pretende boicotear su vida pasada y Sorpensin se encuentra con una mujer que lo llevará a descubrir asuntos más profundos que el futuro de Gileos. Todo esto pasa mientras Gileos se ve amenazada por un ejército que promete poner fin al imperio.

Si bien comienzo esta reseña mencionando a Mirluc, debo decir que acá ha dejado el puesto de protagonista y se lo ha cedido a Pancas y al príncipe Sorpensin. Sin embargo, su paradero es parte fundamental de la trama y el motivo por el cual seguimos principalmente el viaje de ellos dos. Este cambio de enfoque al comienzo de la segunda mitad de la historia de Mirluc me parece un acierto muy grande de parte de Martin, a estas alturas los lectores que hemos seguido al personaje desde su primera aparición en El viento de las Tierras Salvajes conocemos muchos de sus tintes y motivaciones, así que poner bajo el proyector a otro personaje que le aporte otro enfoque a la historia permite que ampliemos el panorama sobre los sucesos un poco más ajenos a los personajes.

Este cambio de enfoque acá juega un papel fundamental pues junto con refrescar el enfoque de la historia e introducir nuevos personajes, permite explorar de forma muy natural el giro más importante en la trama que haya visto la historia de Mirluc hasta hoy y que reafirma la sensación de que nuestro querido personaje se encuentra en medio de algo más grande que él, idea que toma una perspectiva global en esta novela.

Siempre me ha parecido bastante interesante la reflexión que propone Martin sobre el papel del héroe. En los libros anteriores se exploraba como una opción de vida y a su vez como una tradición familiar que debía ser conservada como parte de un prestigio de cada generación. Mirluc es contrario a esta posición y procura hacerse su propio lugar en el mundo y es así como nos llegamos acá. En Los caminos de Gileos el asunto del héroe aparece encarnado en el príncipe Sorpensin, quien pese a su estatus por nacimiento procura ampliar su panorama sobre el mundo por sus propios medios, de esta manera es que se encontrará con Ise e irán por su propia cuenta por un camino que —al parecer— lo llevará a su objetivo. En contraste a esto está Pancas, un héroe que no lo es y que las circunstancias lo van llevando de un lugar a otro con el fin de reencontrase con sus amigos e intentar limpiar su imagen.

Los caminos de Gileos es una novela con un ritmo constante, atrapante y que desde el principio sorprende con los giros que propone y con las soluciones a la trama que se comienzan a esbozar en el horizonte. Es la oportunidad de seguir explorando el mundo en el cual vive Mirluc y descubrir lugares más allá de los terrenos del Castillo.

Cada vez falta menos para conocer el final de la historia de Mirluc y todas las fichas que están sobre el tablero prometen llevarnos al pie de las Montañas Brujulares y quedar igual de asombrados que el mismo Mirluc.