La venganza de los bibliotecarios

En este volumen de formato apaisado, el mejor para la tira cómica, se recopilan un conjunto de viñetas relacionadas con el mundo del libro en cualquiera de sus fases, desde el trabajo de los autores al de sus editores, publicación del libro y recibimiento por parte de los lectores, además del papel que juegan los bibliotecarios y libreros en este paisaje literario. Haciendo gala de un humor blanco muy sagaz, Gauld nos presenta en sus tiras a autores en busca de inspiración, editores que ponen comentarios a tres páginas que pueden corregirse en una obra y dejan el resto por imposible, o bien exigen a los autores que escriban sobre temas concretos que están en boga en ese momento. Otras viñetas dan ideas para argumentos o títulos a través de divertidos juegos del estilo elige distintos personajes, lugares y objetos y desarrolla historias con ellos, pudiendo obtener resultados tan rocambolescos como “un príncipe confina en un vacío existencial a una banda de forajidos”. Por otra parte presenta a lectores con pilas de pendientes en su casa pero que aún así encuentran el modo de añadir algún libro más a su colección, y también libros hastiados de esperar a ser leídos. O bibliotecarios que llevan a usuarios a la sección más terrorífica de su biblioteca, la de política contemporánea.

En cuanto al dibujo, es bastante sencillo pero tiene su encanto. Además en este tipo de viñetas no se necesita mucho para transmitir la idea, lo importante es cómo estructures la información en el conjunto de viñetas según sea tu objetivo en cada una, y eso lo consigue a la perfección. En definitiva, se trata de un cómic muy original, ideal para todos los amantes del mundo literario que quieran pasar un buen rato.

En esta obra se recogen las tiras cómicas publicadas por Tom Gauld en The Guardian, The New Yorker y el New Scientist entre otros.
Es una obra interesante con sus pros y sus contras
Contras:
El título: cuando se va leyendo el libro no se entiende el porqué de la palabra venganza (o al menos yo no la he sabido interpretar). Es cierto que vende y es resultona, pero no es representativa del contenido del libro.
Tampoco el término bibliotecario me parece bien empleado. Aparecen bibliotecarios, pero también escritores, editores, lectores y hasta libros y personajes como protagonistas de las tiras.
Otro de los problemas que le encuentro al libro es el sentido del humor. Como sabemos este cambia mucho de una cultura a otra. Esta obra no va a arrancar carcajadas. Va a provocar alguna sonrisa. Es una obra que explota con agudeza situaciones que surgen alrededor del universo librario y que muchas veces nos hacen reflexionar, del modo que hacen las tiras de Quino.
Pros:
Sobre todo la originalidad y la frescura con que Gauld se acerca al mundo del libro, sin importarle cambiar el título a las obras, reírse de los lectores, de los autores y de los editores.
Interesante también el tratamiento del tema de la inteligencia digital.
En resumen un libro para coger de la biblioteca y pasar una tarde agradable riéndose de uno mismo como lector y/o autor, editor, escritor de reseñas.

Libro de Tom Gauld, historietista en periódicos tan emblemáticos como The Guardian, The New Yorker y New Scientist.
Tiras cómicas editadas por Salamandra Graphic sobre escritores, lectores, editores, libreros y bibliotecarios, en las que podemos ver la actualidad del mundo literario, la relación que se establece entre las distintas partes que lo componen y en el que en muchos momentos te ves completamente reflejado como lector y amante de los libros.
Un paseo refrescante por el mundo editorial.

Una simpática colección de viñetas en torno al mundo librero, en el que además se incluyen chistes relacionados con la pandemia. Tiene viñetas geniales, así que cumplió su propósito: desconecté, me reí y eché un buen rato en un momento en el que estaba hasta arriba de trabajo.

Es uno de esos libros que borran los días oscuros y los hacen màgico. En un lunes de mal empiece me he reído y sentido identificada.con muchas de sus viñetas.

No conocía a este autor pero sin duda le haré seguimiento. Sigo con una sonrisa, la que me ha dejado sus viñetas.