Carlomagno: El emperador de Occidente que sentó las bases de Europa

La beatificación de Carlomagno impulsada por Federico I Barbarroja (emperador germánico, 1122-1190) en 1165 y llevada a cabo por el antipapa Pascual III (1100-1168) no hace más que magnificar este mito.

La pintura mural, los mosaicos, la escultura, la orfebrería e incluso la arquitectura son áreas en las que se produce un aumento cualitativo y cuantitativo de la producción artística, sobre todo gracias a la Escuela Palatina de Aquisgrán, que es su piedra angular.

Así pues, el nuevo emperador gobierna a través de los escritos y las capitulares que difunden por el territorio los vasallos de Carlos, los missi dominici, que también son responsables de hacer que se cumplan sus disposiciones.

Las victorias de los francos se convierten en la manifestación del poder de Cristo y tienen como objetivo la instauración de un nuevo Imperio romano cristiano dirigido por los francos y que reúna a toda la cristiandad occidental.

De este modo, durante la terrible guerra contra los sajones (772), los francos, después de haber destruido el árbol sagrado Irminsul, se apoderan del tesoro que éste albergaba. Cuando ganan contra los ávaros, actúan del mismo modo: se apoderan de su famoso Ring (la capital de su pueblo) que, de acuerdo con Egianrdo (c. 770-840), estaba lleno de inmensas riquezas.

En 773, las tropas francas corren al rescate del papa Adriano I, amenazado por los lombardos. Desde Ginebra, Carlos cruza los Alpes a través del paso del Gran San Bernardo y asedia Pavía, la capital del rey Desiderio, que capitula en 774.

(Pipino) es coronado por segunda vez en la abadía de Saint-Denis en el año 754, a manos del propio papa Esteban II, que lo apoda el "patricio de los romanos" (es decir, protector del papado) y le anima a intervenir en Italia para frenar a los lombardos

En el año 751, Pipino es elegido por la Asamblea de los francos en Soissons y ungido con el santo crisma, que normalmente está reservado para los sacerdotes y obispos.

Pipino es un jefe conquistador, y logra incrementar su prestigio con sus victorias en Baviera y Alamannia, territorios de los que se apodera. También le arrebata Narbona al emir de Córdoba entre 752 y 759.

Pipino hereda el título de mayordomo del palacio de Neustria, mientras que su hermano Carlomán es mayordomo del palacio de Austrasia hasta que, en 747, se convierte en monje.