A través del bosque

“¿Dónde hay que poner los pies en las baldosas heladas para no partirse el alma cuando todo está congelado a tu alrededor, cuando todo se ha vuelto resbaladizo, hostil, incomprensible?” ~ A través del bosque de Laura Alcoba.

A través del bosque es un libro corto, menos de 200 páginas, que hubiese leído de una sentada sino hubiese sido por la angustia que me ha generado la primera parte –el libro se divide en dos–. La historia me ha resultado inquietante y me ha tenido con un nudo en la garganta durante toda la lectura. Y de piedra me he quedado cuando al llegar al final descubro que está basado en una historia real y que los personajes existen y han sido ellos quienes le han contado a la autora los hechos narrados para que ella los plasmara en busca de respuestas.

¿Qué narra A través del bosque? La historia de Griselda y de su hija Flavia, en torno a un hecho que sucedió cuando esta tenía seis años. Por entonces, el matrimonio formado por Griselda y Claudio tiene tres hijos, la mayor es Flavia. Un día, Claudio regresa a su hogar, la consejería que regenta el matrimonio en un colegio, y descubre que su mujer ha ahogado a los dos pequeños. Flavia se ha salvado porque estaba en clase intentando comprender las matemáticas.

Con esta historia de fondo, el libro se divide en dos partes. En la primera, el peso recae en Griselda, en cómo conoció a su marido en Argentina y se trasladaron a Francia, en sus relaciones familiares, en su infancia. Intentamos encontrar una justificación al crimen cometido, una razón que nos haga comprender por qué una madre que la propia Flavia califica de ejemplar se comporta de tal manera. En la segunda, la historia se centra en Flavia ya de adulta y en los conocidos de Griselda en aquella época.

La verdad es que impacta.

Este ha sido mi primer contacto con la autora y su pluma me ha gustado mucho.
Esta es una historia ciertamente perturbadora y en la que, al cerrar el libro definitivamente, me he quedado pensando largo y tendido.
Sabemos desde el inicio qué ha ocurrido, nos falta saber el porqué. ¿Por qué no hace falta conocer el porqué? Hace cortocircuito qué alguien descrito como madre amorosa y presente ahogue a sus hijos en una bañera, ¿no? Bien pues, no he hallado esta respuesta en el libro no creo que la encuentre en ninguna parte. La mente humana es de lo menos humana que existe. Altamente peligrosa y curiosamente compleja. Nunca conoceré esa respuesta porque ni siquiera Griselda la conoce.
De esta lectura me quedo con la perturbación que me ha causado y lo bien escrita que está. Sin eres un lector curioso, te gustan los programas en los que se habla de asesinatos (casi o para nada) perfectos, este libro es muy probable que te guste y te mantenga atrapada como me ha ocurrido a mí. Es de lectura ligera y pasas páginas como churros. No te has dado cuenta y ya se ha terminado y continúas con las mismas preguntas que al inicio a pesar de conocer lo ocurrido de primera mano. Sencilla y extrañamente entretenido.

Este libro me llamó mucho la atención por el tema que trataba y más al saber que estaba basado en hechos reales.

Ha sido una lectura curiosa, porque no esperaba realmente encontrar lo que aqui nos expone la autora, pensé que se centraría más en lo ocurrido pero no, también viajaremos al pasado, para conocer a Griselda, para saber su vida e infancia pero ek cuando al suceso, me he quedado al acabar igual que al empezar.

Nada queda claro, nada se responde como tal porque somos complejos y la mente a veces es dificil de descifrar, pero no deja de ser una lectura que perturba, que se lee muy bien y donde la pluma de la autora te atrapa.

Después de conocer a la autora y descubrir esta historia, me quedo con ganas de leer algo más de ella.

«Una infancia feliz, a fin de cuentas.
Pese a su asquerosa y miserable madre»
 
Ha sido curioso, no esperaba lo que me he encontrado, tras leer la sinopsis, y recordando algunas de mis anteriores lecturas, me hice una idea errónea, llené esta lectura de expectativas, que no se vieron cubiertas, porque no intenta dar respuestas, creo. Eso sí, no deja de ser una lectura que perturbadora. Puedo pensar que esa bala fue la causa de todo, pero el caso de Griselda es dolorosísimo, que se hubiese podido evitar si Claudio hubiese observado con más interés a esa mujer que desde el umbral de la puerta le decía «No me siento bien», que él podría haber medido su respuesta «¡Fuera de aquí, carajo!», quizá el desenlace sería otro y Flavia tendría otra historia muy diferente a sus espaldas.