Destino

Y llegamos al quinto libro de la saga protagonizada por Franck Sharko.

Cómo ya es costumbre para Thilliez volvemos a encontrarnos un libro ágil, perfecto para devorar en un par de tardes por su ritmo de narración implacable y vertiginoso, capaz de transportarte a la investigación en curso y con el plus de que el trabajo de documentación del autor para cada uno de sus libros es maravilloso.

Tal vez el cierre de este caso se me ha hecho un poco rápido pero en general ha sido una experiencia buena. La atmósfera fría colabora para crear un ambiente desolador en el que se ocultan los secretos más oscuros, llegas a sentir la desesperación y angustia de los personajes mientras van desenredando el hilo del misterio y en más de una oportunidad te llegas a plantear si acaso no estaremos tan lejos de que algunas de las cosas que se relatan puedan, lastimosamente, volver a suceder en algún lugar y momento.

Sin duda, recomendado. Ya lista para meterme en la próxima entrega de Sharko.

¿Qué decir de esta novela? "Las formas del querer" de Inés Martín Rodrigo obtuvo en 2022 el Premio Nadal.



Realmente tenía muchas ganas de leerla pero no ha sido capaz de cumplir con mis expectativas como si han hecho otras novelas.



He tardado dos años en decidirme en leerla porque, justamente, cuando se publicó la novela, mi abuela paterna acababa de fallecer y no estaba mentalmente preparado para leer "Las formas del querer".



Empezaré diciendo que en líneas generales es una buena novela que resalta las distintas relaciones que se pueden establecer dentro de una familia: abuelos con los nietos, los padres con los hijos,...pero, aproximadamente, por la mitad de la novela es todo muy repetitivo desde mi punto de vista y cuando me encuentro con algo que se repite bastante en una novela no termino de conectar con la historia e incluso he llegado a dejar de lado alguna que otra novela por los mismos motivos.



"Las formas del querer" nos invita a la nostalgia ante la pérdida de los seres queridos, al recuerdo de cada familiar ausente, a la conmemoración de tiempos pasados que no fueron del todo agradables y todo esto contado de la intimidad que puede aportar la palabra escrita en un momento dado.

Lo elegí básicamente porque después de dos novelas decepcionantes me apetecía algo ligero y no muy largo. Y la verdad es que me ha encantado y me ha dado pena justo eso, que no dure más.



Es cortito, fácil de leer ya que es para niños de unos 9-12 años, pero la historia es lo bastante bonita y bien escrita para que también sea disfrutable para adultos.



Es realmente una muy bonita novela que no tiene nada que envidiar a la mayoría de clásicos infantiles.