La decadencia de los dragones de William Ospina
[...] tal vez los mejores libros son aquellos que, leídos muchas veces, siguen siendo una promesa para nosotros.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
[...] tal vez los mejores libros son aquellos que, leídos muchas veces, siguen siendo una promesa para nosotros.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
[Sobre los villanos de Shakespeare] Éstos no son villanos lánguidos que empiecen a llorar cuando ven su derrota inminente, son seres oscuros y trágicos, gobernados por la fatalidad, que se yerguen en esa luz de desastre y de ruina y dicen cosas estremecedoras, cosas con las que es capaz de identificarse nuestra soledad. |
La decadencia de los dragones de William Ospina
[...] si la locura es soledad, el diálogo entre el loco que delira y el cuerdo que no lo abandona contraría con fuerza esa soledad y se convierte en un canto conmovedor a la solidaridad humana.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
Es la muerte lo que nos hace patéticos y nos hace heroicos, es la conciencia de la muerte lo que le da valor a cada instante, lo que hace precaria y preciosa nuestra existencia; ya que no hay rostro que no esté a punto de desaparecer, como el rostro de un sueño.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
[...] haber sido valiente es la única cosa de la que nadie se arrepiente jamás.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
¿Será verdad que en la antigüedad teníamos imaginación y podíamos creer en ella, mientras que en la actualidad sólo tenemos evidencias de un mundo que ha perdido su prestigio y su magia?
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La decadencia de los dragones de William Ospina
Mientras no se haya construido un sistema de mitos no creo que se pueda hablar de una civilización, e incluso es muy probable que no se pueda hablar de humanidad.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
Tal vez ése sea el sentido profundo de nuestra literatura fantástica: ser el refugio de la imaginación en tiempos de escepticismo, pero también la región donde se gesta la salud emocional del futuro.
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El País de la Canela de William Ospina
Tú encontraste un tesoro, una selva infinita, y sentiste infinita decepción, porque querías que esa selva de miles de apariencias tuviera una sola apariencia, que todo en ella no fuera más que leñosos troncos de canela de Arabia.
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El País de la Canela de William Ospina
«Nos dieron la diversidad del mundo», me dijo, «pero nosotros sólo queremos el oro.
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El País de la Canela de William Ospina
Todo presente es el desenlace de millares de historias y es el comienzo también de millares.
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Ursúa de William Ospina
Pensaba que iba a cambiar de lugar en el mundo, pero había cambiado de mundo. El suelo se hizo otro suelo y el viento se hizo otro viento, cambiaron de gritos los pájaros en las ramas y cambiaron de forma los seres presentidos en la tiniebla; el aire entre los cuerpos se llenó de palabras incomprensibles, la carne se mostraba a la vez más impúdica y más inocente, y la mente se fue llenando de recuerdos desconocidos y de túneles caprichosos.
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Guayacanal de William Ospina
“[…] porque yo pasé los primeros años de mi vida huyendo de la violencia, aunque más vale decir acompañando a mis padres, que eran los que verdaderamente huían”.
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La lámpara maravillosa de William Ospina
El que abre un libro ha encendido la lámpara maravillosa, y qué grato es saber que nunca acabaremos de descubrir lo que hay oculto en la transparencia, lo que hay escrito en la oscuridad.
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Ursúa de William Ospina
Ahora había un destino a la medida de la ambición de Pedro de Ursúa, y a partir del momento en que tuvo noción del rumbo del tesoro, ya no le interesaron los asuntos de la gobernación. Creo que revela cuán joven era, esa capacidad de abandonar un capricho y dedicarse a otro con la misma ceguera y la misma pasión.
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¿Quién escribió la saga?