Hojas de hierba de Walt Whitman
Largo es aún tu camino, bandera decisiva; largo es aún tu camino, bordeado de sangre y muerte, porque el premio que veo en disputa, al final, es el mundo [...] |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Largo es aún tu camino, bandera decisiva; largo es aún tu camino, bordeado de sangre y muerte, porque el premio que veo en disputa, al final, es el mundo [...] |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Como sumido en días oscuros, solo, taciturno, buscando en vano alguna luz, alguna esperanza, en la lúgubre espesura del tiempo, como prueba contundente y momentánea de la existencia de regiones insospechadas [...] |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Boca abierta de mi alma, que proclama la alegría; ojos de mi alma, que contemplan la perfección; vida natural que hay en mí, que ensalza, fiel, las cosas y corrobora para siempre el triunfo de las cosas. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
No creas que nos hemos olvidado de ti, madre; ¿tanto te has rezagado?, ¿volverán a cernerse los nubarrones sobre ti? Ah, pero ahora te nos has aparecido, y te reconocemos; nos has dado una prueba segura, tu atisbo. Allí esperas, como en todas partes, tu hora. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Desdóblate, oscuridad, y acógeme, a mí también a mi amante: no dejará que me vaya sin él. Doy vueltas contigo como si estuviera en la cama: me entrego a la oscuridad. Al que llamo me respondo y ocupa el lugar de mi amante; conmigo se levanta en silencio de la cama. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Oscuridad, tú eres más considerada que mi amante, cuya carne sudorosa jadeaba; aún siento la humedad caliente que me ha dejado. Extiendo las manos y las muevo en todas direcciones. Quiero sondear la costa sombría a la que viajas. ¡Ten cuidado, oscuridad! ¿Qué es lo que me ha tocado? Yo creía que mi amante se había ido, a menos que la oscuridad y él sean lo mismo. Oigo los latidos del corazón, los sigo, me desvanezco. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Duerme la hembra que ama sin ser correspondida; duerme el varón que ama sin ser correspondido; duerme la cabeza del especulador que se ha pasado maquinando todo el día; y duermen los caracteres coléricos y traicioneros: todos, todos duermen. Me quedo en la oscuridad, con la mirada gacha, al lado de los que más sufren, de los más inquietos. Paso las manos, para sosegarse, a unas pocas pulgadas de ellos. Los desvelados se hunden en las camas y duermen a ratos. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Y que mi alma te abrace ahora, y que nos influyamos el uno al otro sin vernos siquiera, y sin que nos veamos, acaso, jamás, es del todo maravilloso. Y que pueda pensar cosas como éstas es también maravilloso, y que pueda hacértelas pensar a ti, y que sepas que son verdad, es también maravilloso. Y la que luna gire alrededor de la Tierra, y con la Tierra, es igualmente maravilloso, y que ambas se equilibren con el sol y las estrellas es igualmente maravilloso. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Por dentro estoy sucio, obstruido; mi rostro, impasible apariencia, esconde las mareas incesantes del infierno; la lujuria y la perversidad me son aceptables; acompaño a delincuentes, lleno de un amor apasionado; siento que soy uno de ellos, que formo parte de esos convictos y prostitutas: desde ahora, pues, no renegaré de ellos, porque ¿cómo podría renegar de mí mismo? |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] pero nos desasimos, y recorremos, en libertad, todos los caminos de la tierra, en todas las direcciones, hasta inscribir nuestra marca imborrable en el tiempo, en las diversas épocas, hasta saturar el tiempo y las épocas, para que los hombres y mujeres de las razas y edades futuras sean hermanos y amantes, como lo somos nosotros. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Yo creo que todos y cada uno de los hombres y mujeres que llenaron esas tierras sin nombre, existen ahora aquí, o en algún otro sitio, invisible para nosotros, en exacta proporción con aquello a partir de lo cual él o ella crecieron en vida, e hicieron, sintieron, amaron, pecaron o se convirtieron en vida. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
El alma de sí misma. Todo converge en ella; todo se refiere a lo que sigue. Todo lo que hace, dice o piensa una persona tiene importancia. El hombre o la mujer no pueden hacer ni un movimiento que les afecte un día, un mes o un periodo cualquiera de su vida directa, o en la hora de su muerte, sin que eso mismo les afecte también, después, en la vida indirecta. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Me aterroriza, ahora, la Tierra, tan serena y paciente. Cuánta dulzura brota de toda esa corrupción. Gira sobre su eje, inofensiva e inmaculada, arrastrando una sucesión interminable de cadáveres infectos; del hedor que encierra, destila vientos exquisitos; renueva, inadvertida, las cosechas anuales, pródigas, suntuosas; otorga materiales divinos a los hombres, y acepta, al fin, sus despojos. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Oh, ahora veo que la vida no puede enseñármelo todo, como no puede el día, y que habré de esperar a lo que me enseñe la muerte. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
Entiendo tu angustia, pero no puedo ayudarte. Me acerco; oigo, contemplo la boca triste, la mirada de los ojos, tu pregunta muda: ¿A dónde iré cuando salga de la cama en que descanso? Ven y dímelo. Vejez alarmada, indecisa; la voz de una joven, que me pide consuelo; La voz de un joven: ¿No podré escapar? |
Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Oh, vivir siempre, y siempre morir! ¡Oh, mis propios entierros, pasados y presentes! ¡Oh, yo, avanzando a grandes pasos, material, visible, imperioso como siempre! Oh, yo, y lo que he sido durante años, ahora muerto (no me lamento: estoy satisfecho). Oh, desembarazarme de mis propios cadáveres, darme la vuelta y ver dónde los he arrojado, y continuar (¡oh, vivir, vivir siempre!), y dejar los cadáveres atrás. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] pero veo que el camino continúa, y que el viaje continúa eternamente [...]
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Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] porque todo lo que veo y sé, creo que encuentra su sentido fundamental en lo que aún ha de serle proporcionado.
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Hojas de hierba de Walt Whitman
[...] qué pronto me sentí inexplicablemente hastiado, hasta que me escabullí y me fui a andar solo, respirando el místico y húmedo aire de la noche, y mirando las estrellas, de vez en cuando, en perfecto silencio. |
Hojas de hierba de Walt Whitman
¡Oh, esperanza y fe! ¡Oh, doloroso recinto de los patriotas exiliados! ¡Oh, corazones afligidos! Volved la mirada a este día, y renaced. |
¿Quien escribió el mas grande fenómeno de Wattpad "After"