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La reina roja de Victoria Aveyard
En los relatos, los viejos cuentos de hadas, aparece un héroe. Pero todos los míos se han marchado o están muertos. Nadie acudirá en mi ayuda.
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La jaula del rey de Victoria Aveyard
AMOR, no es una palabra que nosotros usemos. La sentimos, la insinuamos, no la decimos.
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Corona cruel de Victoria Aveyard
No es una mentira. Todos tenemos cicatrices y fantasmas propios. Algunos de ellos nos trajeron a la Guardia Escarlata, y otros acontecieron por su causa. Conozco el aguijón de unos y otros
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Corona cruel de Victoria Aveyard
Hace mucho tiempo dejé de cuestionarme el motivo de que se permita que esto continúe. A mí no me enseñaron a aceptar la jaula de un amo
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Corona cruel de Victoria Aveyard
Eres la reina de todo, la madre de un hijo hermoso, la esposa de un rey que te ama, y a pesar de eso no eres capaz de sonreír
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Corona cruel de Victoria Aveyard
Era feliz, sí, a su manera, y hasta donde sabía. Pero hay una diferencia entre una vela en la oscuridad y un amanecer |
Corona cruel de Victoria Aveyard
¿Cómo es posible que los sirvientes produzcan tanta belleza y se les considere inferiores? Son capaces de maravillas diferentes a las nuestras…Adquirían habilidad mediante el desempeño de su oficio y la práctica, más que por nacimiento. ¿Eso no es incluso mejor que la fuerza plateada?
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Corona cruel de Victoria Aveyard
"Un príncipe extraño y una noche más extraña todavía", escribió después. "No sé si volveré a verlo. Pero parecía estar solo también. ¿No deberíamos estar solos los dos juntos?"
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La espada de cristal de Victoria Aveyard
Debo permanecer con los ojos al frente, lejos del fuego de un príncipe arruinado. Debo congelar mi corazón para la única persona que insiste en prenderle fuego.
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La jaula del rey de Victoria Aveyard
Fueron solo palabras, jamás pudo separarse de ella. Resultó simple empujarlo por ese camino y descarriarlo, el equivalente de agitar un bandera roja frente a un toro. Ella era su tormento y cada empellón lo hundía más en el ojo del huracán.
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La reina roja de Victoria Aveyard
No puedo resbalar. Ni ahora, ni nunca. Soy uno de ellos. Soy especial. Soy un accidente. Soy una mentira. Y mi vida depende de que yo mantenga esa ilusión.
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La reina roja de Victoria Aveyard
En la escuela aprendimos acerca del mundo anterior a éste, el mundo de los ángeles y los dioses que vivían en el cielo y gobernaban la Tierra con amor y bondad. Algunos dicen que son sólo leyendas, pero yo no lo creo. Los dioses aún nos dominan, han descendido de las estrellas y no les queda ni un ápice de bondad.
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¿Quién escribió la saga?