Es una historia increíble sobre todo por el contexto en que se desenvuelve la misma. Una gran lección de lucha y auto superación, un libro imperdible si disfrutas las historias basadas en hecho reales.
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Es una historia increíble sobre todo por el contexto en que se desenvuelve la misma. Una gran lección de lucha y auto superación, un libro imperdible si disfrutas las historias basadas en hecho reales.
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Una historia de superación absoluta en la que he llegado a aborrecer a casi todos los miembros de su familia . Un libro recomendable , bien escrito aunque alguna parte haya sido un poco lenta.
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Para empezar, Westover nos ilustra la cara más desconocida e insólita de la década de los 90 en Estados Unidos. Mientras la gran superpotencia imponía su poder sobre el resto del mundo lanzando satélites y sistemas operativos al espacio, una familia decide anclarse, por voluntad propia, en la versión bestia y peligrosa del american way of life. Dicho de otra forma, en la inconsciencia de una vida supeditada a los delirios de un padre autoritario, fanático, mormón y firme defensor de las teorías de la conspiración más locas que os podáis imaginar. Con este panorama, observamos como Tara, al igual que el resto de sus hermanos, no va a la escuela, carece de un certificado de nacimiento, no está muy segura de la edad que tiene, y por supuesto, nunca ha sido vacunada. Los electrodomésticos así como objetos tan importantes como el teléfono van llegando poco a poco, su madre (una matrona que ejerce en contra de su voluntad) es la encargada de curarles cuando están enfermos o sufren accidentes (algunos de ellos terribles), el padre obliga a sus hijos a trabajar en el desguace (sin medidas de protección o seguridad) y hasta almacenan conservas de melocotón por si, según el patriarca, se produce un cataclismo y se quedan ellos solos en el mundo. Visto de esta forma, Tara Westover le da una patada a esa imagen tan idílica de la vida en el campo, y ya de paso, un puñetazo en el estómago de los lectores. En esta historia, por fortuna, existen dos puntos de inflexión: el momento en el que, gracias a su bonita voz, consigue entrar en un coro (lo cual la introduce indirectamente en el microcosmos de su localidad) y cuando, instada por uno de sus hermanos mayores, decide seguir sus pasos y prepararse el examen para acceso a la Universidad, ya que las clases que su madre le imparte en casa dejan mucho que desear. A partir de ese momento, cuando por fin consigue acceder a la Universidad (y no olvidemos, a un aula por primera vez en su vida) empieza la verdadera lucha: afrontar la evidente ruptura entre lo que ha vivido desde su más tierna infancia y ese mundo al que consigue, no sin dificultad y a trompicones, acceder. En otras palabras, el paso de ser una niña asilvestrada a una culta investigadora. Esta es una historia de superación, sí, pero más allá de eso, lo que importa son los traumas que Tara que aún arrastra, esas heridas cuyo proceso de sanación fue doloroso y lo que implica dejar atrás todas las enseñanzas y modo de vida en contra, por supuesto, de su padre. El choque emocional es brutal, tanto que el lector no puede evitar sentir pena, compasión, querer traspasar el papel para abrazar a Tara y decirle que la entendemos, que la comprendemos, que no se preocupe, que estamos con ella. A todo esto, la propia Westover no percibe su experiencia como un triunfo, sino como un proceso largo en el que la humildad y sobre todo la inseguridad de entonces todavía carga a su espalda. Como es obvio, el proceso de adaptación no es fácil. Tara narra con total sinceridad su supina ignorancia frente a algunos principios básicos relacionados con la higiene, la sexualidad, así como aspectos de cultura general o fobias a medicamentos. Desde pequeña mamó un mormonismo extremadamente fundamentalista, así que le costó mucho desprenderse de ese escepticismo ante las ayudas del gobierno o ese temor a que, un día, dios les libraría de un posible apocalipsis. En Una educación, Tara Westover no reniega de sus orígenes a pesar de haberlos dejado atrás, algo que refuerza la idea de Una educación como una novela constructiva (escrita desde lo contenido y no desde la rabia) y de reconciliación con su pasado, o más bien con su padre, la piedra angular de su infancia y adolescencia cuya sombra aún parece alargada. Enlace: http://jimenadelaalmena.blog.. + Leer más |
No es el tipo de lectura que leo habitualmente, pero he de decir que la vida de Tara me ha sorprendido, sobre todo porque no pensé que en pleno siglo XXI, aún existan familias radicales que no vacunen a sus hijos, que no les lleven a la escuela... y que cierren los ojos a los que les rodea. El libro demuestra en forma de vida como la educación libera y te abre unas puertas y ventanas a mundos inimaginables. Lo recomiendo. |
Hay libros que sin saber por qué te llegan a lo más profundo. Se establece una conexión invisible entre autor y lector y la historia fluye. Eso me ha pasado con este. Las vivencias de Tara y la lucha interna que mantiene me han impresionado mucho. También lo ha hecho que el fanatismo religioso esté todavía tan arraigado en países tan desarrollados, creí que esos tiempos ya habían pasado, pero no. Este libro es un relato estremecedor en muchos sentidos, ya que el fundamentalismo de ese padre va a afectar a la familia en todos los aspectos. Es una historia dura. Una historia real. Los recuerdos de Tara desde que es una niña hasta que se convierte en una persona adulta. Una lectura impactante que no me ha abandonado ni siquiera cuando he cerrado el libro. Todavía pienso en ella.
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No me gusta leer biografía, no es el género que más disfrute, sin embargo me atreví con este libro por algunas reseñas y por comentarios que había visto de otros lectores. Adjetivos como "desgarrador" "sentido" "fuerte" "duro" "muy bueno" y otros inclinaron la balanza para su lectura. En fin, que el libro en general esta bien, sin embargo, no es, desde mi punto de vista, nada de esos calificativos que puse anteriormente. Es verdad que relata la vida muy peculiar de una mujer que ha crecido con un padre fundamentalista, pero sobre eso, con un hombre fanático religioso y que combinadas estas dos cosas, tanto Tara como sus hermanos crecieron en un hogar donde faltaban muchas cosas, pero por sobre todo, faltaba cordura, donde había unos padres intransigentes, en donde el tipo de educación fue casi cavernícola. La cuestión es que yo me esperaba algo muy diferente, cuando Tara comienza a relatar su vida en casa siendo una niña, donde ella y sus hermanos no estaban registrados, no iban a la escuela, trabajaban con su padre en un deshuesadero sin protección alguna, donde se negaba la atención médica y demás, lo relata como si fuera una vida casi idílica, se nota la añoranza de ese estilo de vida. Por otro lado, también pensé que me iba a encontrar con una historia donde una mujer había que tenido que luchar con uñas y dientes para poder alcanzar una educación escolarizada, bueno, pues tampoco, si bien el padre no creía en la educación tradicional, tampoco le negó a los que la quisieron, tenerla, si, es verdad que no los apoyó económicamente, si, también es verdad que hizo lo que pudo para convencerlos de no ir a la escuela, pero al final los dejaba irse sin rencor aparente. Por un lado me encuentro con esa parte donde esta mujer de no haber ido nunca a la escuela, se halla en la universidad conociendo hechos que de los que nunca había oído hablar y esa inocencia, esa ingenuidad con la que toma ese conocimiento me gustó, por otro lado, también me encuentro a esta mujer luchando contra sus propios demonios, de una educación recibida en casa por años, una educación donde el hombre es el que manda, la mujer solo sirve para atender una cocina, hijos y marido, donde si vives o mueres es decisión de Dios, donde enseñar piel es pecado y claro, al verse libre de todo ese yugo educacional tiene que dar el paso para quedarse con eso o salir de ahí y terminar sus estudios y convertirse en lo que supongo es ahora, una mujer independiente. En fin, el libro no es malo, pero tampoco es en absoluto lo que me esperaba ni es el libro del año que algunos presumen que es, no en términos de calidad al menos, historias de superación las hay a montones, historias de maltrato físico y emocional los hay a puños, no minimizo el trabajo realizado, el gran esfuerzo mental, personal e instrucción académica, por supuesto, es algo para alabarse, pero creo que la finalidad de este libro ha sido una especie de exorcismo personal y una manera, no de contarnos a nosotros su lado de la historia, si no mas bien, dársela a conocer a todos aquellos a los que sus padres les han contado otra versión. Creo que en términos generales el libro es bueno, es entretenido, no mas allá de eso. + Leer más |
En 'Una educación', Tara Westover relata una infancia marcada por el fundamentalismo en una familia mormona supervivencialista. Unas memorias que viajan de la ignorancia y la violencia a la universidad, a donde Westover llegó sin saber lo que era el Holocausto. El libro, todo un fenómeno en Estados Unidos, se adentra en el universo mormón, que desde fuera fascina por su radical ascetismo.
Enlace: http://www.elmundo.es/catalu.. |
El hecho es que todo esto me ha decepcionado. Esto no era lo que esperaba, y me siento triste por sentirme así, pero es lo que es ... Voy a tratar de explicar las razones del por qué. En primer lugar, sé que soy una persona escéptica y no tiendo a creer las cosas con facilidad solo porque están escritas en un papel. También me costó creer la historia de Tara Westover tal como estaba escrita. Por favor, no me digas que estoy insinuando que ella es una mentirosa. Creo que ella escribió Una Educación basándose en sus recuerdos, recuerdos que pueden haberse distorsionado con el tiempo, especialmente si su vida ha sido tan difícil. Y realmente tuve que tomar su historia con una gran cantidad sal para poder seguir leyendo. Como dije, no estoy diciendo que no haya tenido una vida dura, o que su familia no haya hecho lo que hizo, solo que no encontré su historia tan creíble. Quiero decir, para una familia sobreviviente que vive en las montañas, seguramente tienen muchos lujos, incluso en algún momento un teléfono, televisión e Internet (sin hablar de la enorme mansión que parecen tener al final). Su vida familiar definitivamente no era estándar, ya que ni siquiera tenían un certificado de nacimiento por mucho tiempo, no iban a la escuela y trabajaban en el depósito de chatarra, etc. Pero preferiría llamarlo excéntrico en su mayor parte. Además, en un momento ella describe a su padre como bipolar, algo que nunca se confirma ya que la misma enfermedad le impide obtener un diagnóstico médico. Sin embargo, me hubiera gustado que este ángulo se hubiera desarrollado más allá de simplemente lanzar la palabra 'bipolar' y dejarlo así. Otra cosa que me molestó fueron los muchos accidentes graves, algunos que amenazan la vida y despues de alguna manera, ¿todos están curados con aceites esenciales y otras curas a base de hierbas? Creo en los tratamientos holísticos junto con la atención médica, pero esto es muy difícil de creer. (No estoy diciendo que no estuvieran lesionados, solo que las lesiones tal vez no fueron tan graves como lo recordaban). De todos modos, este comportamiento imprudente e indiferencia hacia la seguridad general de los demás y las recuperaciones "milagrosas" fueron demasiado para la persona escéptica en mí para manejar. ¿Otra cosa que me costó creer? De donde vino todo el dinero. Primero se nos dice que son pobres, luego el dinero comienza a aparecer en todas partes de alguna manera. Puedo entender por qué los capítulos de su infancia son un poco vagos sobre el dinero, pero ¿cómo demonios consiguió reunir el dinero para ingresar a una prestigiosa universidad? Sé que hay subsidios, pero no lo cubren todo y estamos hablando de MUCHO dinero y de una educación muy prestigiosa y costosa. Quiero decir, ¿ella va al Reino Unido y estudia en el extranjero durante mucho tiempo? ¿Y luego viaja de ida y vuelta entre los EE. UU. Y el Reino Unido varias veces? Los vuelos solo cuestan una fortuna, y seguramente no están cubiertos por subsidios. Un verdadero misterio para mí. También está la pregunta de cómo llegó a la universidad en primer lugar, especialmente porque en primer lugar nunca fue realmente educada en casa. De alguna manera, ser capaz de obtener una puntuación muy alta con auto enseñarse matemáticas avanzadas y todo lo demás en la prueba no es tan creíble para mí. ¿Tal vez ella tenía un nivel de educación más alto que lo indicado en las memorias antes de comenzar a prepararse para el examen? No lo sé, pero como es Una Educación no era creíble para mí. No estoy diciendo que no pueda ser graduada, y estoy segura de que ha tenido una vida difícil, especialmente con su despreciable hermano Shawn (ni siquiera voy a hablar del abuso y su hermano aquí, o aún podría estar hablando mañana), pero lamentablemente sus memorias no pudieron convencerme.
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El hecho de haber leído un poco sobre esta autora antes de sumergirnos de lleno en la novela, y el saber a grandes rasgos lo que podemos encontrar en esta historia, no evitará el impacto que causa. Dice la propia Tara Westover en las primeras líneas de esta autobiografía que no es la suya una historia sobre el mormonismo. Y, efectivamente, no lo es. Es la historia de una niña, la menor de siete hermanos, que creció en las montañas de Idaho, en el seno de una familia mormona cuyo rasgo diferenciador fue el carácter dictatorial y el fundamentalismo religioso de su padre; algo que lo llevó a aislar a su familia de cualquier tipo de institución gubernamental, privándola no solo de una educación reglada y de guardar las más simples normas de higiene sino también, y por increíble que parezca, de conocer a ciencia cierta la fecha de su nacimiento o de recibir la asistencia sanitaria más elemental. Un lunático que obligó a los suyos a vivir como salvajes, a correr gravísimos riesgos desde la más tierna infancia y que, preparándose para la llegada del fin del mundo, decidió hacerse con un arsenal de armas en su propia casa para defenderse. En ese ambiente impuesto creció Tara junto a su familia, con una madre que ejercía de partera y preparaba brebajes con hierbas para ayudar a una deprimida economía familiar, unos hermanos que, como ella, ayudaban a su padre en sus trabajos como chatarrero en su desguace. Y a pesar de tantas dificultades, de tanto fanatismo, tantas normas que no se podían traspasar y que ella creció creyendo que eran lo normal, siempre anheló estudiar. Su hermano mayor abriría la puerta de un camino que con muchísimo esfuerzo y sin ningún apoyo ella decidió emprender. Estudió en sus horas libres, robándole tiempo a su descanso. Y logró aprobar el examen de bachiller y acceder a la Universidad de Cambridge, uno de los centros más prestigiosos del mundo que cambiaría para siempre su forma de entender la vida. Narrada en primera persona con una naturalidad que golpea al lector por la dureza de la situación, la autora nos sumerge en una novela de ritmo pausado que derrocha sinceridad, por momentos confusión (la de la propia protagonista) y que, sin embargo, atrapa sin remedio sin que decaiga el interés de un lector atónito ante la realidad de los hechos narrados. Unos hechos que están cargados de tensión durante gran parte de la historia. La inquietud por la forma de vida de los Westover y la necesidad de saber cómo se las arregló Tara para salir de ahí nos impulsan a seguir leyendo. Seremos testigos de la evolución de una joven que, a medida que toma distancia de su familia y se relaciona con el resto del mundo, empieza a ver las cosas desde la nueva perspectiva que le proporcionan sus estudios. Temerosa el principio, incluso con una sensación de traición hacia los suyos, que solo la “educación” logrará ir paliando, Tara lograra romper amarras y vivir en libertad por fin aunque esta situación le haya costado perder para siempre a su familia que la considera una traidora a la que los “iluminati” le han lavado el cerebro. Una educación es uno de esos libros con los que uno raramente volverá a tropezar. En él conoceremos no solo que la capacidad de superación de algunas personas sobrepasa cualquier límite que podamos imaginar sino que la educación es la única arma capaz de proporcionarnos la libertad para elegir quiénes queremos ser. Enlace: https://bookeandoconmangeles.. + Leer más |
Una autobiografía dura, sincera, en la que la autora narra su infancia en las montañas de Idaho, en una familia dominada por un padre fundamentalista, que no cree en los médicos, los profesores, el gobierno y que está convencido de que se acerca el fin del mundo. Una vida en la que los niños no van al colegio, porque les lavan el cerebro; no acuden al médico ni al hospital, porque a saber qué les introducen en el cuerpo; en la que la mujer está supeditada al hombre, que sabe ponerlas en su lugar. La lectura de este libro es difícil, no por el estilo que es directo, sin florituras ni recovecos, sino por el tema que trata. La historia de Tara te envuelve, te provoca una sensación casi claustrofóbica, porque aun después de haberse alejado de un ambiente destructivo, de haber conseguido doctorarse, Tara sufre las consecuencias de esta infancia "peculiar", no sólo en el sentido psicológico (que también lo hay, por supuesto) sino en la ruptura total con gran parte de su familia, que no sólo no acepta su decisión de estudiar, de no aceptar la "realidad", sino que la condena al ostracismo por ello. + Leer más |
Suele suceder en algunas familias que haya un hijo que no encaje, que «no siga el compás» porque tiene el metrónomo puesto para otra melodía. Es lo que le pasó a Tara y a uno de sus hermanos, Tyler, al que dedica esta historia poderosa sobre la posibilidad de transformar la propia vida.
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En su primer libro, «Una educación», Tara Westover cuenta cómo huyó de su familia para poder sobrevivir.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?