El jueves siguiente de Richard Osman
Nuestro comportamiento se explica porque tenemos miedo de la muerte o porque preferimos negarla.
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El jueves siguiente de Richard Osman
Nuestro comportamiento se explica porque tenemos miedo de la muerte o porque preferimos negarla.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Piensas que todas las personas que te rodean conocen el secreto de la vida. Y que esa lección te la perdiste en algún punto de tu camino.
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El jueves siguiente de Richard Osman
—Últimamente se dan más casos de mujeres asesinas —interviene Joyce—. Si no te paras a pensarlo demasiado, es una señal de progreso.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Quién sabe cuándo nadarás por última vez, cuándo darás tu último paseo, cuando darás tu último beso.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Paso del timbre, porque la noche nunca trae nada bueno a menos que lo hayas encargado.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Ocurre algo curioso cuando buscas huellas dactilares en la celda de una cárcel. Las hay a centenares y en su mayoría pertenecen a personas con antecedentes.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Si la vida te parece demasiado complicada, si crees que nadie podrá ayudarte, a veces la persona a la que debes acudir es un niño de ocho años.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Cuando se es fuerte, se tienen dos opciones en la vida: proteger a los más débiles o abusar de ellos.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
[…] la gente a menudo parece muy dispuesta a caer en las trampas que otros les han tendido.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) Hay que aprovechar las cosas mientras uno pueda. Quién sabe cuándo nadarás por última vez, cuándo darás tu último paseo, cuándo darás tu último beso. (…)
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) Puedes viajar por medio mundo para encontrar tu vida perfecta, mudarte a Australia si me apuras, pero al final lo que importa es la gente que conoces.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
—Hace poco más de dos semanas que os conozco y ya he estado en una tumba con un coronel del KGB, he visto a una ancianita diminuta drogar a un vikingo y he compartido cama con el hombre más guapo de Kent. En los ochenta, les di bastante a las setas alucinógenas durante tres o cuatro años. Una vez tomé LSD en Bratislava con Iron Maiden. Pero nada, nada que haya hecho en la vida, puede compararse a un par de día en vuestra compañía. ¿Qué más estáis tramando?
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) La vida sencilla está muy bien, pero, en ese instante, con un asesinato que investigar, y esos mensajes amenazantes que recibe a diario, Elizabeth se da cuenta de que ha echado de menos meterse en problemas.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
(…) da igual lo arriba que una haya llegado en el MI5 o el MI6, da igual la de veces que te haya disparado un francotirador o te haya recibido la reina, porque nada se interpone en el camino de Joyce cuando se le mete una idea entre ceja y ceja. (…)
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El Club del Crimen de los Jueves de Richard Osman
A partir de cierta edad, puedes hacer prácticamente lo que te dé la gana. Nadie te regaña, excepto tu médico y tus hijos.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Al final lo que importa es la gente de la que te rodeas, ¿no crees? —dice Viktor—. La gente es lo que importa. Puedes viajar por medio mundo para encontrar tu vida perfecta, mudarte a Australia si me apuras, pero al final lo que importa es la gente que conoces.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
Madre mía, el bien, el mal... —comenta Elizabeth—. ¿Qué importancia tendrá eso? Somos dos ancianitas inofensivas con un par de preguntas sobre un asesinato en el que no me cabe la menor duda de que usted no estuvo implicada.
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El misterio de la bala perdida de Richard Osman
“—Porque nunca he matado a nadie —contesta Viktor—. Sinceramente, en cuanto empiezas, ya no hay marcha atrás; tienes que seguir matando. - Pues es como el bálsamo labial —tercia Pauline—. En cuanto empiezas a utilizarlo, se te secan los labios y tienes que ponértelo sin parar.” |
El jueves siguiente de Richard Osman
La gente que nunca se pierde no ha viajado nunca a ningún sitio.
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Gregorio Samsa es un ...