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La rosa y la daga de Renée Ahdieh
La verdadera fuerza no reside en la soberanía, sino en saber cuándo se necesita ayuda y en tener el valor de aceptarla.
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La rosa y la daga de Renée Ahdieh
El viejo refrán es cierto, Sherezade: ¡solo corremos de las cosas que de verdad nos dan miedo!
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
Algunas cosas existen en nuestras vidas solo durante un breve momento y debemos dejarlas ir para que iluminen otro cielo.
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
¿Tan arrogante es desear algo que no cambie con el viento? ¿Que no se desmorone al primer signo de adversidad?
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
Lo único que he aprendido al respecto en mi vida es que ningún individuo puede alcanzar todo su potencial sin el amor de otros. No debemos estar solo, Sherezade. Cuanto más aparta uno a los demás, más evidente es que está necesitado de amor.
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
El amor es una fuerza en sí misma, sayidi. Por amor, la gente concibe lo impensable... y a menudo logra lo imposible. Yo no despreciaría su poder.
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
Me han dicho que un buen cuentacuentos puede atrapar al público con una simple frase.
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La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
-¿Cuánto tiempo vamos a seguir con estos juegos? -Hasta que te gane. En todos y cada uno de ellos. |
La ira y el amanecer de Renée Ahdieh
Cien vidas por las que tomasteis. Una vida por cada amanecer. Si falláis una sola vez, os arrebataré vuestros sueños, os arrebataré vuestra ciudad. Y os arrebataré estas vidas multiplicadas por mil.
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La llama en la niebla de Renée Ahdieh
Sé ligera como el viento. Silenciosa como el bosque. Fiera como el fuego. Firme como la montaña. |
La llama en la niebla de Renée Ahdieh
—Nunca me he enfadado por haber nacido mujer. Ha habido veces en que me he enfadado por cómo nos trata el mundo, pero considero el hecho de ser mujer como un reto que debo afrontar, como haber nacido bajo un cielo tormentoso. Hay gente con la suerte de haber nacido en un radiante día de verano. Tal vez nosotras vinimos al mundo bajo nubes de tormenta. Sin viento. Sin lluvia. Solo una montaña de nubes que debemos escalar cada mañana para poder ver el sol.
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La llama en la niebla de Renée Ahdieh
«A veces debemos tropezar para seguir adelante». En aquel momento no lo había entendido. No había empezado a descifrar su significado hasta hacía bien poco. Quédate quieto —permanece inflexible— y estarás muerto. «La muerte sigue a la indecisión como una sombra perversa». Tropieza. Sigue adelante. Aunque primero tengas que levantarte. |
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