En Shangri-La, un prostíbulo de lujo masculino, la vida es paradisíaca. Phi y Apollo cada vez están más unidos, pero los fantasmas del pasado comienzan a aparecer para perturbar la paz de los dos. Phi comienza a tener a un acosador que no para de sacarle fotos desde lejos. Al mismo tiempo, ambos se sienten más atraídos el uno por el otro. Me está gustando mucho cómo vamos conociendo más a Phi. Es innegable que este busca a Apollo porque, entre otras cosas, se siente seguro con él. Cada vez que tiene una crisis personal va a su cuarto a buscar su compañía, aunque no lo quiera reconocer. Vamos a conocer su pasado oscuro y lleno de dolor. Pero también Apollo va teniendo unos sentimientos hacia Phi que antes no sentía, y no sabe muy bien qué es o cómo llevarlo. En este tomo hay un gran predominio del dramatismo, pero también hay un debate interesante de corte moral acerca de la prostitución. Además encontramos ciertos intereses políticos para que el burdel cierre sus puertas. El dibujo de Zariya es pura sensualidad, masculinidad y rebosante de testosterona. Tiene escenas eróticas muy explosivas, centradas en las manos y en las bocas, lo que da muchísimo erotismo. + Leer más |