La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Es imposible ver algo más perfecto que el cuerpo de aquella Venus; nada más suave, más voluptuoso que sus contornos; nada más elegante y más noble que sus ropajes.
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Es imposible ver algo más perfecto que el cuerpo de aquella Venus; nada más suave, más voluptuoso que sus contornos; nada más elegante y más noble que sus ropajes.
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Colomba de Prosper Mérimée
No dejo de pensar en ese endemoniado tiro doble y con una sola mano... ¡Oh! Eso no se hace dos veces.
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
¡Qué cosa más odiosa es un matrimonio de conveniencia! Un alcalde se cubre con un fajín tricolor, un cura, con una estola, y ya está, ¡la muchacha más honesta del mundo entregada al minotauro!
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Cuando más miraba uno a aquella estatua admirable, más doloroso resultaba el sentimiento de que una belleza tan maravillosa pudiera conjugarse con una total ausencia de sensibilidad
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Carmen de Prosper Mérimée
Para que una mujer sea hermosa, dicen los españoles que debe reunir treinta síes, o, si se quiere, que se le pueda definir median diez adjetivos, aplicable cada uno de ellos a tres partes de su persona.
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Carmen de Prosper Mérimée
¿es un escrúpulo ese instinto de la conciencia que resiste a todos los razonamientos?
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Le Carrosse Du Saint-Sacrement de Prosper Mérimée
Tanto peor para las marquesas, si, siendo menos jóvenes y menos bonitas que las actrices, no encuentran a nadie que se las regale
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Colomba de Prosper Mérimée
Ya nadie tiene valor hoy en día, y los jóvenes se preocupan de la sangre de sus padres como si todos fueran bastardos.
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Colomba de Prosper Mérimée
Los ojos de Colomba brillaban con un júbilo maligno que ella no había notado antes. Aquella mujer alta, fanática de sus ideas de honor bárbaro, el orgullo en la frente, la boca fruncida en una sonrisa sardónica ...
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Colomba de Prosper Mérimée
... y se puso a leer, acentuando lo mejor que pudo esos sublimes tercetos que expresan tan bien el peligro de leer entre dos un libro de amor.
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Una mujer negra muy alta, medio desnuda, con perdón, señor, toda de cobre, y el señor de Peyrehorade nos dijo que era un ídolo del tiempo de los paganos ... ¡De tiempos de Carlomagno, nada menos!
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Cobarde se dice pronto ... Pero debe estar permitida la cobardía cuando se trata de sufrir eternamente
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
La guerra es una cosa terrible ... ¡Pero una guerra civil es todavía más espantosa!...
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
La Noue en los Países bajos, dirigiendo las bandas flamencas, insurreccionadas, que luchaban contra la potencia española. Traicionado por la fortuna, tuvo que rendirse al duque de Alba, quien le trató bastante bien
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Se veía a viejos guerreros, como víctimas inmoladas, entregar su garganta a miserables que la víspera hubiesen temblado ante ellos. Olvidaban la bravura por la resignación, y preferían la gloria de los mártires a la de los soldados
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Todo lo he ensayado y nada he conseguido. Estás infectados del veneno de la herejía; sois un pueblo tozudo que cierra ojos y oídos a la verdad; tenéis miedo a oír y a entender
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Me halló dispuesto a morir por ti, si fuera preciso, pero no a creer en determinadas cosas
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
La noche era hermosa; un agradable airecillo había amortiguado el calor; la luna aparecía y desaparecía entre nubes blancas. Era una noche para amar.
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Bravos soldados - exclamó Maurevel, dirigiéndose al escuadrón . : Los hugonotes quieren asesinar al rey y a los católicos. Es preciso anticiparnos. Esta noche les sorprenderemos dormidos y les mataremos ... El rey autoriza el saqueo de sus casas
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
Al día siguiente del matrimonio de Margarita con el rey de Navarra, el capitán Jorge, por orden superior, abandonó París
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?