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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Es imposible ver algo más perfecto que el cuerpo de aquella Venus; nada más suave, más voluptuoso que sus contornos; nada más elegante y más noble que sus ropajes.
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Calificación promedio: 5 (sobre 31 calificaciones)
/El Círculo de Orellana, en colaboración con el Instituto Cervantes, rindió un homenaje a la aristócrata María Manuela Kirkpatrick, condesa de Montijo (Málaga, 24 de febrero de 1794 - Madrid, 22 de noviembre de 1879), con la quinta conferencia de la séptima edición de «Españolas por descubrir», a cargo de Soledad Fox Maura, escritora y catedrática de Literatura Española y Comparada en el Williams College de Williamstown, Massachusetts. Kirkpatrick contrajo matrimonio con el conde de Teba, Cipriano Palafox y Portocarrero, con quien tuvo un hijo, que falleció siendo joven, y dos hijas: María Francisca de Sales y Eugenia de Montijo, que casó con Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia, duque de Alba, y Carlos Luis Napoleón Bonaparte, que se convertiría en el emperador Napoleón III, respectivamente. La condesa compartió una gran amistad con el escritor francés Prosper Mérimée. Incluso, según una carta del autor a la aristócrata, Carmen, el personaje de su célebre novela, se inspira en una historia que le contó María Manuela Kirkpatrick durante una visita a España en 1830. #Españolaspordescubrir Suscríbete a nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/InstitutoCervantesVideos?sub_confirmation=1
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Es imposible ver algo más perfecto que el cuerpo de aquella Venus; nada más suave, más voluptuoso que sus contornos; nada más elegante y más noble que sus ropajes.
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Colomba de Prosper Mérimée
No dejo de pensar en ese endemoniado tiro doble y con una sola mano... ¡Oh! Eso no se hace dos veces.
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Colomba de Prosper Mérimée
Los ojos de Colomba brillaban con un júbilo maligno que ella no había notado antes. Aquella mujer alta, fanática de sus ideas de honor bárbaro, el orgullo en la frente, la boca fruncida en una sonrisa sardónica ...
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Carmen de Prosper Mérimée
Para que una mujer sea hermosa, dicen los españoles que debe reunir treinta síes, o, si se quiere, que se le pueda definir median diez adjetivos, aplicable cada uno de ellos a tres partes de su persona.
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
¡Qué cosa más odiosa es un matrimonio de conveniencia! Un alcalde se cubre con un fajín tricolor, un cura, con una estola, y ya está, ¡la muchacha más honesta del mundo entregada al minotauro!
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La Vénus d'Ille de Prosper Mérimée
Cuando más miraba uno a aquella estatua admirable, más doloroso resultaba el sentimiento de que una belleza tan maravillosa pudiera conjugarse con una total ausencia de sensibilidad
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El Hugonote: Una crónica del reinado de Carlos ix de Prosper Mérimée
La estatua, desmochada en veinte sitios por las balas, era una muestra del celo de los soldados hugonotes para destruir lo que ellos llamaban "imágenes paganas". Mientras que el devoto católico se quitaba respetuosamente su sombrero, al pasar delante de la estatua, el caballero protestante se creía obligado a lanzar un arcabuzazo, y si acertaba en la puntería, llegaba a suponer que había aniquilado la bestia de la Apocalipsis y destruido la idolatría
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Carmen de Prosper Mérimée
¿Sabes mi niño que creo que te quiero un poco? Pero esto no puede durar. Perro y lobo no hacen buena pareja mucho tiempo. Quizá si abrazaras la Ley de Egipto me gustaría convertirme en tu romí. Pero son tonterías, eso es imposible. Créeme muchacho has salido bien librado. Has topado con el Diablo, si, con el Diablo; no siempre es negro y no te ha retorcido el cuello. Aunque visto de lana, no soy cordero.
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Colomba de Prosper Mérimée
... y se puso a leer, acentuando lo mejor que pudo esos sublimes tercetos que expresan tan bien el peligro de leer entre dos un libro de amor.
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Le Carrosse Du Saint-Sacrement de Prosper Mérimée
Tanto peor para las marquesas, si, siendo menos jóvenes y menos bonitas que las actrices, no encuentran a nadie que se las regale
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¿Cómo se llama el barco ballenero en el que se narra la travesía?