La muerte de la mariposa de Pietro Citati
"Eran la misma persona con dos corazones y dos cabezas; y esos corazones y esas cabezas se volvían apasionadamente el uno hacia el otro, el uno contra el otro, hasta arder en una única hoguera."
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
"Eran la misma persona con dos corazones y dos cabezas; y esos corazones y esas cabezas se volvían apasionadamente el uno hacia el otro, el uno contra el otro, hasta arder en una única hoguera."
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
Acerca de esa historia de amor, no estoy seguro de nada. Como le dijo Jozan a Nancy Milford, los Fitzgerald eran ambos mitómanos y mentirosos: Aquel par necesitaba el drama, los dos lo inventaban y tal vez eran víctimas de su inestable y un tanto morbosa imaginación.
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
En 1930, cuando casi todo estaba perdido, Fitzgerald imaginaba todavía que era Balzac o un imitador suyo, cuando le decía a su madre que todos los hombres de talento siempre han gastado el dinero a espuertas
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Alejandro Magno de Pietro Citati
Si, a la postre, algún lector me preguntara: «¿Alejandro Magno era realmente así? ¿Eran éstos, entonces, sus mitos, éstos sus arrebatos, sus pasiones, sus temores, sus delirios, sus presentimientos?», tendría que responder que nadie estará nunca en condiciones de contestar a esa pregunta. ¿Quién podría distinguir entre Alejandro, hijo de Filipo y de Olimpia, los sueños que persiguió conscientemente o sin saberlo, los sueños que los hombres de la Antigüedad y de la Edad Media trenzaron en torno a los sueños de Alejandro, y los sueños que nosotros mismos, tan semejantes a él y a la vez tan alejados, continuamos tejiendo en torno a dichos sueños?
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
Fitzgerald bebía para vencer el complejo de inferioridad e inseguridad que siempre lo habían torturado, y que ningún éxito o triunfo, ni siquiera el más clamoroso, aplacaría jamás.
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
Como le dijo a su hija muchos años después, "escribir bien es en todo caso nadar bajo el agua y contener la respiración"
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
Fitzgerald se consideraba un artista enormemente frágil. Como único tesoro, poseía el material de su propia existencia: había olvidado que su don era la capacidad que tenía de metamorfosearse, la única que salva a un escritor. Él creía que si Zelda escribía también sobre su vida en común, era como si lo desposeyera, le usurpara algo, lo despojara y lo redujese a la impotencia...
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
De ese modo, el arte de gustar no tardó en transformarse para él en una terrible obsesión.
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La muerte de la mariposa de Pietro Citati
Pero fue precisamente Fitzgerald quien comprendió a su mujer como nadie, el que pronunció las palabras acertadas. El 7 de diciembre de 1940, unos días antes de morir, le escribió a su hija: Los enfermos mentales son simples invitados en la tierra, eternos extranjeros que llevan consigo decálogos rotos que no saben leer.
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Gregorio Samsa es un ...