Voces de humo de Pablo Andrés Escapa
¿Quién sabe las razones de un eco para quedarse? Tal vez la arcada de un puente, a cuya sombra amable hilvana el agua su discurso, sugirió un día el reposo al aliento del mundo que va y viene.
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Voces de humo de Pablo Andrés Escapa
¿Quién sabe las razones de un eco para quedarse? Tal vez la arcada de un puente, a cuya sombra amable hilvana el agua su discurso, sugirió un día el reposo al aliento del mundo que va y viene.
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Voces de humo de Pablo Andrés Escapa
Los bares muertos de las estaciones, a veces resucitan la estampa de un hombre que apura un cáliz en memoria de una amarga prosperidad.
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
No era poca la destreza del trilero; aun sabiendo que sus trasteos nacían del engaño, los ojos aprobaban fácilmente la ilusión de cada pase y no era posible percatarse de la trampa por más que se atendiera sin pestañear al viaje de las manos. (Pág. 195)
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
"Mi incapacidad para expresar lo que acababa de ver me desazonaba".
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Lo que he dicho siempre: la literatura no es más que una cuestión de coincidencias. Lo difícil es justificarlas.
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Tener aquel pájaro, había llegado a pensar, era como ser dueño de un misterio que llenaba todas las horas, un aval contra la realidad....
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Una mezcla de lucidez y de fatalidad me inspiraba a la hora de desechar toda la suerte de pensamiento sensato que me venía a la cabeza
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Todo se mantenía en el local como si el tiempo y la gravedad que dictan el giro de la tierra hubiesen sido abolidos.
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Todo en él conspiraba contra su naturaleza estática solo para confirmarla: el copete de plumas negras a punto del desmayo -pero sin decaer jamás-, la mancha roja envolviendo con su ilusión de brasa ardiente la mirada fija, y la cola airosa, como un péndulo aventurado en el aire que, sin embargo, no oscilaba ni con las corrientes más vivas que se colaban al abrir la puerta de la barbería
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Recuerdo la agitación de Aldama sirviéndose un coñac, la celebración eufórica de la parábola que describió en el aire el licor cuando lo arrojó inesperadamente sobre las llamas de la chimenea. Alarmado por el sobresalto del fuego, temí que recuperásemos el Futurismo más inflamable en mi salón.
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Fábrica de prodigios de Pablo Andrés Escapa
Mercedes movía los labios y yo leía en ellos mi nombre. Y había en aquella voz que no llegaba a oírse una emoción contenida y en aquel gesto de asomarse al aire una desenvoltura juvenil, casi aventurera, de doncella que franquea con presteza y discreción la entrada a su portal.
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Gregorio Samsa es un ...