El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
El sueño te hará más fuerte y serás muy sabio. Y ya no podrás echarme. Yo guardaré tu sueño.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
El sueño te hará más fuerte y serás muy sabio. Y ya no podrás echarme. Yo guardaré tu sueño.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Ella lloraba y seguía hablando y sus dedos acariciaban las sienes del maestro. - Estos hilos... Delante de mis ojos esta cabeza se está cubriendo de nieve... ¡Mi cabeza, que tanto ha sufrido! ¡Mira que ojos tienes!, ¡llenos de desierto...; y tus hombros, teniendo que soportar ese peso..., te han desfigurado, desfigurado...! -las palabras de Margarita se hacían incoherentes, se estremecía del llanto. |
El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
- De acuerdo, el hombre es mortal, pero eso es solo la mitad del problema. Lo grave es que es mortal de repente, ¡esta es la gran jugada!
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
El amor surgió entre nosotros, como surge un asesino en la noche, y nos alcanzó a los dos.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Decidió dejar las calles principales y seguir su camino por callejuelas, donde la gente es menos curiosa y hay menos probabilidades de que alguien se acerque a importunar a un hombre que va descalzo con preguntas sobre sus calzoncillos, que se habían negado obstinadamenrte a parecer unos pantalones
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Margarita bajó al precipicio y se encontró junto al río. Después de su carrera por el aire le atraía el agua. Apartó una rama, echó a correr y se tiró al río de cabeza. Su cuerpo ligero se clavó en el agua como una flecha y el agua subió casi hasta la luna. Estaba tibia como en una bañera, y al salir a la superficie, Margarita se recreó mucho tiempo nadando en plena soledad, de noche, en aquel río.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Bueno —respondió aquél pensativo—, son hombres como todos… Les gusta el dinero pero eso ha sucedido siempre… A la humanidad le ha gustado siempre el dinero, sin importarle de qué estuviera hecho: de cuero, de papel, de bronce o de oro. Bueno, son frívolos…, pero ¿y qué?…, también la misericordia pasa a veces por sus corazones… Hombres corrientes, recuerdan a los de antes sólo que a éstos les ha estropeado el problema de la vivienda… —y ordenó en voz alta—: Póngale la cabeza.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
—Dije, entre otras cosas —contaba el preso—, que cualquier poder es un acto de violencia contra el hombre y que llegará un día en el que no existirá ni el poder de los césares ni ningún otro. El hombre formará parte del reino de la verdad y la justicia, donde no es necesario ningún poder..
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Cuando el procurador perdió el contacto con la realidad que le rodeaba, empezó a andar por el camino de luz, hacia la luna.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
—Ni… sa… —pronunció Judas, no con su voz alta, limpia y joven, sino con una voz sorda, de reproche; y no se oyó nada más. Su cuerpo cayó con tanta fuerza que la tierra pareció vibrar.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
En resumen: el encuentro con Voland no le había producido ningún trastorno psíquico. Todo era así, porque así tenía que ser.
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Corazón de perro de Mijail Bulgakov
Con el hombre y el animal sólo se puede actuar por la persuasión.
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Corazón de perro de Mijail Bulgakov
Soy un perro guapo. A lo mejor un desconocido príncipe-perro de incógnito.
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Corazón de perro de Mijail Bulgakov
Era evidente que el perro había ganado el primer premio de la lotería canina.
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Corazón de perro de Mijail Bulgakov
¿Cómo encuentra tiempo para tantas cosas, Filip Filipovich? El que no tiene prisa llega a todas partes. |
El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Porque no eres un poco amable y te detienes a pensar en lo siguiente: ¿que haria tu bien si no existiera el mal y que aspecto tendria la tierra si desaparecieran las sombras? Los hombres y los objetos producen sombras. Esta es la sombra de mi espada. Tambien hay sombras de arboles y seres vivos ¿no querras raspar toda la tierra, arrancar los árboles y todo lo vivo para gozar de la luz desnuda?
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Mijail Bulgakov
Nunca debes pedir nada a nadie. Nunca -y especialmente a aquellos que son más poderosos que tú.
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El maestro y Margarita de Mijail Bulgakov
Pero, qué se puede hacer, el que ama debe compartir la suerte del ser amado.
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