La espada de Avempartha de Michael Sullivan
—Lo último que tiene que aprender es lo más difícil. No se puede enseñar. Apenas si puede explicarse. Es la idea de que la lucha, el combate, no existe tanto en las manos o los pies, realmente, como dentro de la propia cabeza. El auténtico combate está dentro de la mente de vuestra merced. Tiene que saber que va a ganar antes de comenzar la lucha. Tiene que verlo, olerlo, creerlo plenamente. Es una forma de confianza, pero aun así debe guardarse del exceso de confianza. Tiene que ser flexible, capaz de adaptarse en un instante y no permitirse nunca renunciar. Sin eso, nada de lo otro es posible. A menos que crea que va a ganar, el miedo y la vacilación lo inmovilizarán mientras el oponente lo mata.
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