Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Hay quien cree que nuestras emociones se debilitan conforme envejecemos, que nos vemos reducidos al hueso magro y seco, al esqueleto del egoísmo. Es una teoría del envejecimiento muy reconocida.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Hay quien cree que nuestras emociones se debilitan conforme envejecemos, que nos vemos reducidos al hueso magro y seco, al esqueleto del egoísmo. Es una teoría del envejecimiento muy reconocida.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Ella también ha pensado a menudo en lo divertido que sería tomar parte en el fin, y sin remordimientos. A nadie le gustaría ser responsable del fin, pero lo normal es querer estar ahí y saber que todo ha terminado, todo este experimento innecesariamente doloroso, inútil y estúpido. Un asteroide valdría, o un terremoto, parte de la tierra o el universo. Fran no acierta a comprender ese deseo de la raza humana por perpetuarse, por seguir viviendo a cualquier precio.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Todos podemos esperar vivir más, pero recientemente se publicó que la mayoría de nosotros pasará los últimos seis años de nuestra dilatada vida padeciendo enfermedades serias, sufriendo algún tipo de dolor y mala salud. A Fran esta estadística la sacó de sus casillas, fuera o no verdad. La longevidad nos ha jodido las pensiones, la conciliación entre vida laboral y personal, el sistema de salud, la vivienda, la felicidad. Ha jodido la propia vejez.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
No puede evitar ver la vida como un viaje, como una peregrinación, de hecho. No está muy de moda en la actualidad, pero es su planteamiento. La vida tiene un destino, un final, unas últimas palabras. No deja de asombrarla y de atormentarla que ahora, en pleno siglo XXI, estemos inventando incontables maneras de diferir la sensación de llegada, la sensación de llegar a un final preciso.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Es terrible cuando Dios, que tendría que consolarnos, que tendría que darnos alas, se transforma en nuestro carcelero y perseguidor. Es terrible cuando Su ojo nos mira con cólera.
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Para eso sirve la ópera, para eso sirve el teatro, para eso sirve el arte. Nos ahorra la molestia. Nos muestra aquello por lo que no tenemos que pasar.
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Una jaula en un jardín de verano de Margaret Drabble
- Siempre imaginé que serías catedrática – dijo Louise. - Eso creía yo. Pero te diré cuál es el problema. El sexo. No puedes ser una catedrática sexi. Los hombres puefen ser cultos y atractivos, pero no las mujeres. Desvirtúa la seriedad incuestionable del cargo. Está muy bien sentarse en una gran biblioteca y rezumar sexo y alterar a todo el mundo cada vez que que el vestido se desliza por tu hombre desnudo, pero no puedes ganarte la vida así. Enseguida tendrás que disimularlo e vez de realzarlo si pretendes llegar a lo más alto; y, cuando solo tienes una vida, parece una lástima. |
Una jaula en un jardín de verano de Margaret Drabble
Le he dado muchas vueltas, créeme. ¿Sabes lo que he acabado decidiendo? Que no sabía qué hacer con su vida, así que se casó. Suena demasiado burgués para ser cierto, ¿verdad? Justo una de las cosas que nuestra educación universitaria tenía que habernos quitado de la cabeza, pero el hecho es que, cuando se licenció hace dos años, no tenía ni idea a lo que dedicarse. ¿Te imaginas a Louise sentaa en una oficina tratando de vender cosas?
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Llega la negra crecida de Margaret Drabble
Muchos agentes del negocio de la geriatría son incapaces de comprender la perversidad del ser humano, el apego o la impaciencia por aspectos irracionales de sus viejas viviendas y barriadas, el odio repentino hacia ciertos miembros de su familia a quienes habían tratado sin roces durante años, el rechazo a reconocer que son viejos y pronto estarán incapacitados.
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Una jaula en un jardín de verano de Margaret Drabble
Y cuando me marché, me dije que nunca, nunca, nunca, dejaría que me pasara algo así. Nunca me casaría sin dinero. Supongo que lo que realmente me dije fue que nunca tendría hijos. Quiero mi vida, la quiero ahora, no quiero dársela a la siguiente generación. Así que me cuidé mucho de que eso no me ocurriera.
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Gregorio Samsa es un ...