En este libro volvemos a Knockemout junto a Nash, el jefe de policía, y Lina, una investigadora de seguros. Él se está recuperando de un balazo, pero trata de hacer creer a todo el mundo que está perfectamente. Pero a Lina, que lo conoce de antes y que es su nueva vecina, lo ha calado. No solo lo ha calado, sino que ha notado que él es diferente y que ella lo es cuando está a su lado.
Es un libro en el que seremos testigos de una investigación (extra)policial, de una tensión sexual intensa y adictiva, de mil y un secretos y peligros, a la vez que recorremos las calles de Knockemout una vez más con Nash, Lina y el resto de personajes. Además, ha habido algunas situaciones surrealistas que lejos de espantarme me han divertido un montón. Es una mezcla de ternura, altas temperaturas y risas constantes. Lo que quizá no ha acabado de gustarme ha sido que en ocasiones parecía que se romantizar la dependencia emocional (más hacia el principio) y no se ha ahondado demasiado en la salud mental de Nash. Creo que ambas cosas son muy importantes como para que no se les dé un buen papel en la historia.
Los personajes son lo mejor de lo mejor. Lina, que tiene mucho carácter, es atrevida, decidida, testaruda y no le asusta nada salvo el amor. Y Nash, que es dulce, trabajador, inteligente y también muy testarudo. No se parecen demasiado, pero son increíblemente compatibles. Y no me olvido de Sloane, Knox, Naomi, Lucian, Nolan… Personajes que en su mayoría conocimos en el primer libro y que volvemos a tener aquí.
La pluma de Lucy a mí es que me gusta mucho. Hace que más de 500 páginas parezcan 100, y es que cuando quieres darte cuenta te has bebido la mitad del libro. Ojalá pronto la pueda volver a leer.
En resumen, “Cosas que ocultamos de la luz” es una historia que mezcla la intriga, la ternura, las altas temperaturas y las risas; un libro con el que no podréis dejar de leer en cuanto lo tengáis en las manos. Sin duda, y si os gustó el anterior, os lo recomiendo muchísimo.
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