Somos píxeles de Lucía G. Sobrado
-Ya no sé cómo seguir adelante. -Poniendo un pie delante de otro. -Lo sé, pero ¿qué pasa cuando sientes que el suelo bajo tus pies tiembla? -Que das cada zancada con más seguridad y fuerza. |
Somos píxeles de Lucía G. Sobrado
-Ya no sé cómo seguir adelante. -Poniendo un pie delante de otro. -Lo sé, pero ¿qué pasa cuando sientes que el suelo bajo tus pies tiembla? -Que das cada zancada con más seguridad y fuerza. |
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
(...) pero ya hemos comprobado que el olvido no borra todo lo que dejamos tras nosotros.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
(...) me pregunto cuántas mitades, de todas esas que nos componen, que llegan a nuestras vidas sin poder preverlo, podemos perder antes de dejar de ser quienes somos.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
—Incluso las joyas más bellas pueden acabar deslucidas por el paso del tiempo —dice Pulgarcita—. Solo tenemos que volver a sacarte brillo.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
—Mira, puede que la magia sea capaz de quitarnos recuerdos, pueden alejarnos de nuestros seres queridos —su voz se endurece por el dolor—, pero jamás podrá arrebatarnos quiénes somos. Siempre encontraremos una forma de recuperarnos.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Porque carecer de la certeza de saber quién eres te arrebata un pedazo de ti y te hace estar alerta con cada nueva inspiración (...)
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Dijo que hay una magia muy poderosa en los nombres, por eso se rompe el maleficio al recuperarlo, pero más aún en los apellidos, porque son quienes dicen de dónde venimos, lo que nos liga a un conjunto y a un linaje en el tiempo. Una persona es quien es por sí misma, aunque también influye qué han hecho otros de su familia antes que ellos.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Ojalá las heridas del corazón pudieran cerrarse con la misma facilidad que las de la carne, porque está claro que hemos llegado a un punto de no retorno en el que o bien nos sinceramos mutuamente, o la vida se nos escapará por los sentimientos.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Tengo la tentación de disculparme, de hablar con él y sincerarme, pero la coraza que me envuelve y me protege de todo lo que estoy sintiendo últimamente por dentro me lo impide.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Nos quedamos atrapados el uno en los iris del otro, bebiéndonos mutuamente y diciéndonos tanto sin siquiera pronunciar palabra..
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Nuestros actos no siempre reflejan quiénes somos. A veces las circunstancias nos superan y nos llevan a actuar de formas impropias.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
No puedo evitar sentirme fascinada por la dinámica que nos envuelve, esa que nos obliga a pactar treguas sin mediar palabra.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
(...) porque no me conviene lo más mínimo dejar que el odio entre nosotros se diluya.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Ella es como un péndulo, que va y viene entre épocas pasadas. Es todo lo contrario a los demás, a lo que sufrimos el resto, sin ser capaces de recuperar esos fragmentos del pasado robados. Ella lo que no tiene es presente y, para mi desgracia, cada vez estoy más convencida de que tampoco le queda mucho futuro.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Con el abrazo de la luna, las sombras se desdibujan y sus contornos se confunden, unas con otras mezcladas al amparo de la oscuridad. Es entonces cuando la bestia calla y duerme, cuando encuentro la paz que me mantiene al límite de la cordura. Sin embargo, domar a una bestia a la luz del sol, cuando las formas pasan a ser nítidas y la realidad se convierte en algo palpable, tangible, ineludible, cuando ver lo que te rodea es tan sencillo como parpadear, requiere de una voluntad que hace tiempo que yace muerta a mis pies.
|
Bruma roja de Lucía G. Sobrado
Para quienes creen no encajar por culpa de cómo los han tratado los demás. Sigue siendo tú, con tus supuestas bestias y todo. |
Reino feroz de Lucía G. Sobrado
El día en que deje de sostenerte la mano será porque mis brazos ya no tengan fuerzas para levantarse
|
Reino feroz de Lucía G. Sobrado
No todos los libros están hechos para leerse con los ojos, así como no todos los libros lo están para las mismas mentes.
|
Reino feroz de Lucía G. Sobrado
Esta vez es ella la que hace que nuestros labios se encuentren en un beso más apasionado. Y yo simplemente me dejo llevar por lo que ella necesita, sin importarme lo mucho que me vaya a destrozar cuando el momento de sanar haya pasado y la realidad arrase conmigo, porque estos besos para ella no van a significar nada, mientras que para mí lo son todo.
|
Reino feroz de Lucía G. Sobrado
Nunca te va a ver como antes. Pero porque nunca somos la misma persona que ayer. Todos evolucionamos, en mayor o menor medida, y las personas que nos quieren están dispuestos a acompañarnos en ese camino, al igual que hacemos nosotros con ellas.
|
Gregorio Samsa es un ...