A la caza del diablo de Kerri Maniscalco
El mundo necesitaba ser mejor. Y si no era posible que fuera mejor, nosotros, sus habitantes, necesitábamos hacerlo mejor.
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A la caza del diablo de Kerri Maniscalco
El mundo necesitaba ser mejor. Y si no era posible que fuera mejor, nosotros, sus habitantes, necesitábamos hacerlo mejor.
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A la caza del diablo de Kerri Maniscalco
Nací con el diablo dentro de mí. Y él ha estado conmigo desde entonces. |
El reino de los malditos de Kerri Maniscalco
Las palabras se convertían en armas a menudo, pero solo tenían poder si hacía caso de ellas en lugar de confiar en mí misma.
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A la caza de Houdini de Kerri Maniscalco
Todos merecían vivir con libertad y siendo auténticos consigo mismos. Un derecho básico no debería ser un lujo.
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A la caza de Houdini de Kerri Maniscalco
¿Nunca has querido ser alguien más? Aunque fuera solo durante un instante. O tal vez no alguien más, tal vez deseabas ser tu verdadero yo. Vivir exactamente como quisieras sin temer las consecuencias ni los prejuicios. Sé que este quizás sea un error terrible, una ilusión más compleja que las de este carnaval, pero por primera vez soy la dueña de mi destino. Siento como si me hubieran liberado de una jaula y finalmente pudiera volver a respirar. ¿Cómo podría renunciar a esta libertad?
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A la caza de Houdini de Kerri Maniscalco
-Me encanta cuando me miras de esa forma. -¿Qué forma? -Como si pudieras quererme de la misma forma extraordinaria con la que yo te quiero a ti. |
El reino de los malditos de Kerri Maniscalco
Nunca olvides: forjar un vínculo desde el amor es tan peligroso como forjarlo desde el odio
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A la caza del Príncipe Drácula de Kerri Maniscalco
Yo nunca sabría qué era mejor para mí si alguien me ofrecía su consejo no solicitado a cada paso que daba. Los errores eran una experiencia de aprendizaje, no el fin del universo.
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A la caza del Príncipe Drácula de Kerri Maniscalco
Los corazones eran maravillosamente feroces, pero también frágiles.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
No hay nada mejor que un poco de peligro mezclado con algo de romance.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
El miedo es una bestia hambrienta. Cuanto más lo alimentas, más crece.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
Las rosas tienen pétalos y espinas, mi flor oscura. No necesitas creer algo débil porque parezca delicado. Muéstrale al mundo tu valentía.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
Ver la verdad nunca era fácil, en especial cuando revelaba que las personas más cercanas podían ser monstruos escondidos a plena vista.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
Aquellos que merecen respeto lo reciben libremente. Si uno debe exigir tal cosa, nunca lo tendrá.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
Blande tus recursos como una espada, prima. Ningún hombre inventó un corsé para nuestros cerebros. Déjalos pensar que dominan el mundo. Es una reina la que se sienta en ese trono. Nunca olvides eso. No hay razón por la que no puedas llevar puesto un vestido simple al trabajo, y despues lucir el atuendo más elegante y bailar toda la noche. Pero solo si te complace a ti.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
La mayoría de las personas ignoran lo que está justo delante de sus ojos. Creen que ven, pero con frecuencia solo ven lo que quieren ver.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
¿Fingirá que soy tan capaz como un hombre? Por favor, señor, ¡no me dé tan poco valor!
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
¿Cuál es el problema con las prostitutas, de todas formas? No es culpa de ellas que la sociedad sea injusta con las mujeres.
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A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
Cuanto más lo pensaba, más segura estaba de mi decisión. Madre solia decir: «Las rosas tienen tanto pétalos commo espinas, mi flor oscura. No debes creer que algo es débil porque parece delicado. Muéstrale al mundo tu valentía».
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El reino de los malditos de Kerri Maniscalco
-[…] No eres de nadie más que de ti misma, muchacha. No lo olvides nunca.
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Son considerados los padres de la filosofía occidental: