Kallocaína de Karin Boye
—¿Organización? —preguntó la mujer—. No pretendemos formar ninguna organización. No es necesario organizar aquello que es orgánico. Ustedes construyen desde fuera, nosotros construimos desde dentro.
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Kallocaína de Karin Boye
—¿Organización? —preguntó la mujer—. No pretendemos formar ninguna organización. No es necesario organizar aquello que es orgánico. Ustedes construyen desde fuera, nosotros construimos desde dentro.
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Kallocaína de Karin Boye
Poco hay que diga más de una persona que la imagen que tiene de la vida: si la ve como un camino, como un campo de batalla, como un árbol en crecimiento o como un mar rumoroso.
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Kallocaína de Karin Boye
¿Son ustedes capaces de oír la verdad? No todo el mundo es lo bastante verdadero para oír la verdad, eso es lo triste. La verdad puede ser un puente entre un hombre y otro, siempre y cuando sea voluntaria, claro, siempre y cuando se conceda como un regalo y como un regalo se reciba.
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Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Todo lo contienes tú... (Allting rymmer du...) Dedicado a Anita Nathorst Todo lo contienes tú, más de lo que un mortal soporta. Eres luz y oscuridad en dos cuencos gemelos. Cómo refulge una, desnuda y fría. Aire de madreperla sobre el agua de pálido ópalo. Viendo y siendo vista, preparada para el día, la aurora abre quedamente su concha. Pero la otra arde silenciosa y sombría, también un molusco, pero allí en lo hondo, donde el mar está mudo. Sin abrir, cerrada desde la creación protege la cámara sagrada del sueño de la madre. Todo lo eres tú, meta de todo mi ser. Eres el día y la noche en dos cuencos gemelos. De: De sju dödssynderna (Los siete pecados capitales y otros poemas póstumos), 1941 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
IV. Para ti (IV. Till dig) Dedicada a Margot Hanel Tú, mi desesperación y mi fuerza, te llevaste toda la vida que era mía, y ya que lo reclamaste todo me lo devolviste centuplicado. De: De sju dödssynderna (Los siete pecados capitales y otros poemas póstumos), 1941 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
En el fondo de las cosas (På botten av tingen) Leí en el periódico que alguien había muerto, alguien a quien conocía sólo de nombre. Ella vivió, como yo, escribió libros, como yo, se hizo vieja y ahora está muerta. Piensa en estar muerto ahora y haber dejado todo tras de ti, angustia, miedo y soledad, y la implacable culpa. Pero en el fondo de las cosas yace escondida una gran justicia. Todos tenemos una gracia que esperar: una dádiva que nadie nos roba. De: De sju dödssynderna (Los siete pecados capitales y otros poemas póstumos), 1941 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Si pudiera seguirte (Kunde jag följa dig) Si pudiera seguirte muy a lo lejos, más allá aún de todo lo que sabes, a los confines de la soledad del mundo en los espacios más exteriores, donde la Vía Láctea despliega una refulgente espuma muerta y donde buscas un refugio en el espacio vertiginoso. Lo sé: no puede ser. Pero cuando asciendas temblando, ciega, de tu bautismo, a través del espacio, escucharé tu grito, seré tu nuevo calor, seré un nuevo abrazo para ti, estaré cerca de ti en otro mundo entre cosas con nombres no nacidos. De: För trädets skull (Por el bien del árbol), 1935 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Jag visst gör det ont (Sí, en verdad duele) Ja visst gör det ont när knoppar brister. Varför skulle annars våren tveka? Varför skulle all vår heta längtan bindas i det frusna bitterbleka? Höljet var ju knoppen hela vintern. Vad är det för nytt, som tär och spränger? Ja visst gör det ont när knoppar brister, ont för det som växer och det som stänger. Sí, en verdad duele cuando las flores se abren. ¿Por qué si no habría de dudar la primavera? ¿Por qué todo nuestro cálido anhelo habría de estar atado a la palidez amarga y helada? Envuelto estuvo el capullo todo el invierno. ¿Qué cosa nueva es esta que consume y estalla? Sí, en verdad duele cuando las flores se abren, duele por lo que crece y por lo que se cierra. Ja nog är det svårt när droppar faller. Skälvande av ängslan tungt de hänger, klamrar sig vid kvisten, sväller, glider - tyngden drar dem neråt, hur de klänger. Svårt att vara oviss, rädd och delad, svårt att känna djupet dra och kalla, ändå sitta kvar och bara darra - svårt att vilja stanna och vilja falla. Sí, es duro cuando las gotas caen. Temblando de miedo penden grávidas, se aferran a la rama, se hinchan, se deslizan, su peso las arrastra hacia abajo, pese a que trepan. Es duro no tener certeza, estar asustado y dividido, es duro sentir la profundidad tirar de ti y llamarte, y no obstante quedarte sentado y no hacer otra cosa que temblar; es duro querer estar en pie y querer caer. Då, när det är värst och inget hjälper, Brister som i jubel trädets knoppar. Då, när ingen rädsla längre håller, faller i ett glitter kvistens droppar glömmer att de skrämdes av det nya glömmer att de ängslades för färden - känner en sekund sin största trygghet, vilar i den tillit som skapar världen. Después, cuando uno se encuentra en lo peor y nada ayuda, los retoños del árbol se abren con júbilo; después, cuando ningún miedo aguanta más, caen reluciendo las gotas de la rama, olvidan que estaban asustadas por lo nuevo, olvidan que sentían miedo antes del viaje; sienten por un segundo su más grande seguridad, descansan en la confianza que crea el mundo. De: För trädets skull (Por el bien del árbol), 1935 + Leer más |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Confesión (Bekännelse) No quise ser una rebelde y sin embargo me vi obligada a serlo. ¿Por qué mi destino no es privado? ¿Por qué sigo dándole vueltas? O, si ahora tengo que luchar, ¿por qué lo hago con sufrimiento? ¿Por qué no como un resonante juego, cuando al fin me veo obligada a atreverme? Sangre de mi sangre, que me habéis juzgado duramente y me habéis repudiado con ignominia, yo sentía ya, cuando fui expulsada, que me había roto enteramente, sentía una comunión sagrada, tras las palabras de condena, sabía, llena de miedo que vosotros sois yo — y fui doblegada hacia la tierra. Pero cuando yacía allí y me creía muda, oí que la oscuridad gemía. Las almas de esa misma habitación del suplicio respiraban a mi lado. Oí mi propio grito de ayuda elevarse desde desiertos inhóspitos, supe, llena de miedo, que yo soy vosotros — y no pude guardar silencio. Cobarde, cobarde, tres veces cobarde, debo aun así debatirme, ser abatida en tierra y levantarme con todos los nervios rotos, debo sentir, como hierros candentes, las despiadadas condenas, y obedecer y obedecer a un fuego abrasador que florece desde la oscuridad. De: För trädets skull (Por el bien del árbol), 1935 + Leer más |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
En ninguna parte (Ingenstans) Estoy enferma debido a un veneno. Estoy enferma debido a una sed para la que la naturaleza no ha creado bebida alguna. De todos los terrenos emanan arroyos y manantiales. Me agacho y bebo de las venas de la tierra su sacramento. Y los espacios se desbordan de ríos sagrados. Me levanto y siento mis labios húmedos de éxtasis blancos. Pero en ninguna parte, en ninguna parte... Estoy enferma debido a un veneno. Estoy enferma debido a una sed para la que la naturaleza no ha creado bebida alguna. De: För trädets skull (Por el bien del árbol), 1935 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
I rörelse (En movimiento) Den mätta dagen, den är aldrig störst. Den bästa dagen är en dag av törst. Los días de satisfacción no son nunca los más grandes. El día mejor es un día de sed. Nog finns det mål och mening i vår färd - men det är vägen, som är mödan värd. Hay una meta y un sentido en nuestro viaje; pero es el camino el que merece la pena. Det bästa målet är en nattlång rast, där elden tänds och brödet bryts i hast. El mejor propósito es descansar durante toda la noche donde el fuego se enciende y se parte el pan con premura. På ställen, där man sover blott en gång, blir sömnen trygg och drömmen full av sång. Allí donde dormimos sólo una vez el sueño es seguro y los sueños plenos de canciones. Bryt upp, bryt upp! Den nya dagen gryr. Oändligt är vårt stora äventyr. ¡Ponte en marcha, ponte en marcha! El nuevo día amanece. Interminable es nuestra gran aventura. De: Härdarna (Los fogones), 1927 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
5 Creo que la muerte es como tú, alta y pálida y erguida como tú, con las sienes templadas en la misma curvatura, con ojos de mar, con ojos de distancia como tú y con los mismos labios cerrados por el dolor. Tú eres la muerte. Yo soy tuya, mi mano es tuya y mi mente es tuya. Has embotado todas las fuerzas de la vida, las has adormecido en un apesadumbrado letargo en sueños y en actos que apenas han probado sus alas. Pero yo te amo, muerte mía, tú mi larga muerte amarga, en cuya mano cerrada desaparece mi vida. Tú mi dulce, dulce muerte, ¡te bendigo cada vez que me atormentas! De: Härdarna (Los fogones), 1927 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Espíritus elementales (Elementarandar) Nosotros, nosotros somos más viejos que vosotros, hijos de la tierra, orgullosos y jóvenes. Nosotros somos la antiquísima voz del caos, el canto informe del caos es el que cantamos. Nosotros, nosotros somos nubes en fuga, somos viento, somos agua, quejándonos tiernamente, quejándonos tímidamente lejos, a través de la negra noche del otoño tardío. Nosotros, nosotros somos engaño y juego, un juego de gritos incesantes con lágrimas. La luna, nuestro amo, se muestra lánguidamente pálida. Ella, el rey Infeliz, nos atrae y nos hechiza. Hijos de la tierra: cuando la lluvia se endurece, construís hogares y luminosas casas. Tenéis un poder que mucho nos intimida: el duro acero firme en vuestras manos. ¡Venid, bebednos del cáliz de la luna, saboread los jugos del pálido hechicero, arrojad al borde del camino vuestro firme acero, sumergíos en las informes fuerzas del caos! Pero en el tempestuoso otoño construís templos dedicados al sol para protegeros de la noche. Buscamos la aflicción como un frenético consuelo: ¡somos viento, somos agua! De: Gömda land (Tierra oculta), 1924 + Leer más |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Día de verano (Sommardag) El mar descansa en silencio esta mañana, no parece haber padecido nunca tormentas, como un espíritu poderoso, soleado silencio matinal, grávido de devoción, ligero por la fuerza de la claridad. Afilado y exacto se refleja el desnudo acantilado de las peñas. Transparentemente sencilla se extiende la blanca profundidad. Con líneas claras, ligero y puro está todo, dibujado con firmeza en la calma del aire, lavado en el aroma a sal. Con líneas claras, pensativo, plano y puro avanza el día en la luz del cielo, delicado como una piedra preciosa. De: Gömda land (Tierra oculta), 1924 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Sin hogar (Hemlös) Perder el hogar del alma y vagabundear lejos y no ser capaz de nuevo de hallar nada, y encontrar que uno ha olvidado lo que la verdad es, y pensar que uno no está hecho más que de mentiras, y sentir asco de uno mismo y odiarse: sí, eso es fácil, eso es muy fácil. El pesar es fácil, pero la alegría es altiva y difícil, porque la alegría es la cosa más sencilla del mundo. Pero aquel que se busca un hogar para sí no debe pensar que éste se encuentra en cualquier parte; debe vagar sin hogar durante algún tiempo; y aquel que está hecho de mentiras y quiere mantenerse íntegro debe odiarse a sí mismo hasta que conozca la verdad que le ha sido confiada a otros. ¿Qué sentido tiene afligirse por ello? ¡Espera, corazón mío, y ten paciencia! De: Moln (Nubes), 1922 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Idea Ahí no voy. Eso no soy yo. Eso es sólo el falaz reflejo del espejo, interrogando y preguntándose dónde debo estar, deseando encontrarse algún día con su realidad. Cuenta la leyenda: en un remotísimo país fluye de un manantial invisible un río espejeante. Miles de seres benditos, bienaventurados, se recuestan como lirios al borde de la playa. Una luz sin límites envuelve sus facciones, el aire vibra saturado de inigualable belleza. Es el reino de los espíritus perfectos: allí esta, en un fulgor eterno, mi verdadero yo. El reflejo del espejo no aparece en el luminoso río; fue arrancado una vez por la furiosa corriente, vagabundea alrededor, irreal como en un sueño, incompleto, quebrado, buscándose a sí mismo. ¿No escucho acaso el lejano oleaje del torrente? De lo hondo de mi más íntima hondura fluye su agua. Allí donde la ola de la vida rompe contra el día me aguarda escondido mi divino yo. De: Moln (Nubes), 1922 |
Karin Boye: Poesía (Última Thule 26) de Karin Boye
Nubes (Moln) ¡Mira las poderosas nubes, cuyas altas y lejanas cimas se elevan orgullosas, fulgurantes, blancas como nieve blanquísima! Sosegadas se deslizan para morir al fin en calma, disolviéndose lentamente en un chaparrón de frescas gotas. Majestuosas nubes: hacia la vida, hacia la muerte avanzan sonriendo en un resplandor de sol brillante sin oscura pena alguna en el éter tan claro, con un grandioso y calmo desprecio por su propio sino. Ojala me fuera concedido poder elevarme a lo alto, festivamente orgullosa como ellas, a donde no llegue el tráfago del mundo, y, por muy furioso que bramara en torno a mí el ruido de la tormenta, llevar la áurea corona de la luz del sol alrededor de mi cabeza. De: Moln (Nubes), 1922 |
¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?