Jojo Moyes

¿Quiénes se creen los demás para decidir cómo han de ser nuestras vidas?

Te llevo grabada en el corazón, Clark. Desde el primer día que te vi, con esas prendas ridículas y esas bromas tontas y tu completa incapacidad para disimular una sola de tus emociones.

No quiero que te pierdas de todas las cosas que alguien más podría darte. Y de manera egoísta, no quiero que me mires un día y sientas el más mínimo sentimiento de arrepentimiento o lástima

¿Sabes?, en realidad sólo podemos ayudar a alguien que quiere ser ayudado.

Una vez alguien sabio me dijo que escribir es peligroso porque no siempre puedes garantizar que tus palabras serán leídas en el espíritu con el que fueron escritas .

Te lo doy todo porque casi nada me hace feliz a estas alturas, salvo tu... Te llevo grabada en el corazón Clark.
Vive.
Con amor,
Will

-Y lo he hecho. Pero no se trata solo de disponer de libertad para actuar sin tener que pedir permiso, se trata de ser mentalmente libre. De saber que no he de rendir cuentas a nadie. Que puedo ir a donde quiera. Hacer lo que quiera. Decir lo que quiera. Te quiero, Sven, pero te quiero como una mujer libre. -Margery se inclino hacia él y le cogió la mano-. ¡No crees que saber que estoy aquí solo porque quiero, no porque un anillo me diga que tengo que hacerlo, implica un amor mucho mayor?

Solo se vive una vez. En realidad, es tu deber que sea una vida plena.

¿Sabes por qué son tan maravillosas las luciérnagas?... Por supuesto, solo viven unas cuantas semanas. Son insignificantes en el orden global de las cosas. Pero, mientras están ahí, su belleza es arrebatadora…Te hacen ver el mundo de una forma totalmente nueva. Y esa imagen tan hermosa se te quedará grabada en la mente. Y te acompañara allá donde vayas. Y nunca la olvidaras…Me he dado cuenta de ello mientras estaba aquí sentado. Tal vez eso es lo que tenemos que entender, Alice. Que hay cosas que son un regalo, aunque sean efímeras…. Quizá el hecho de saber que existe algo así de bello es todo lo que podemos pedir.

Me convertí en otra persona gracias a ti.

Aunque Jojo Moyes es famosa por sus novelas románticas, algunas de las reseñas que había leído hablaban de esta historia como algo diferente, y vaya si lo es. En ella encontramos algunas parejas y vamos descubriendo lo que les ocurre, pero el verdadero hilo argumental de este libro está en manos de un grupo de mujeres, bibliotecarias itinerantes en la América rural de la Depresión. Mujeres de diferentes edades, condición social y color de piel que se unen para llevar la literatura a hogares en medio del campo. Un programa que fue real y que se desarrolló entre 1935 y 1943, beneficiando a más de cien mil personas.

Esta historia me ha sorprendido, encantado y atrapado a partes iguales. Por la fortaleza de estas mujeres, por su empeño en mantener su tarea de bibliotecarias contra viento y marea en tiempos de xenofobia, machismo y dominación masculina. Y, sobre todo, por la manera en que nos muestra la importancia de luchar por lo que una quiere y aquello en lo que cree; de confiar en que, aunque el camino sea arduo, merece la pena recorrerlo. En aras de un bien mayor.

"—No puedo hacer esto porque no puedo ser... —Tragó saliva—. No puedo ser el hombre que quiero ser al estar contigo. Y eso significa que todo esto —me miró a la cara— solo es... otro recordatorio de lo que no soy."

He llorado hasta cansarme con este libro.
Amo donde will le presta atención a Louisa mientras ella cuenta como estaba enamorada de sus botas de lluvia y sus medias de abejita. Y en el cumpleaños de louisa, will le lleva de regalo esas medias que tanto amaba louisa.

Solo se vive una vez, en realidad, es tu deber que sea una vida plena.

Todo el mundo debería tener acceso a una biblioteca, tanto la población rural como la urbana, tanto la gente de color como la blanca.

Hay horas normales y hay horas yermas, en las que el tiempo se estanca y se desliza, donde la vida (la vida real) solo existe en otro lugar.

"Hay demasiadas personas que persiguen su propia felicidad sin tener nunca en cuenta el daño que causan a su paso"

Lo besé y posé mis labios en los suyos de modo que nuestras respiraciones se entremezclaron y las lágrimas de mis ojos se convirtieron en sal en su piel, y me dije a mi misma que, en algún lugar, unas diminutas partículas de él serian parte de mi, ingeridas, tragadas, vivas, perpetuas.

Si una mujer intenta hacerte leer algo es porque le gustas. Quiere meterse en tu cabeza. Quiere hacerte pensar en cosas.

Hay muchas versiones de nosotros mismos que podemos elegir ser