Vagabundo en África de Javier Reverte
Viajar prolonga tu vida, la llena de rostros y paisajes, de cantos de otras voces y de horizontes que ignorabas.
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Vagabundo en África de Javier Reverte
Viajar prolonga tu vida, la llena de rostros y paisajes, de cantos de otras voces y de horizontes que ignorabas.
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Vagabundo en África de Javier Reverte
Viajaba en la estela de Joseph Conrad, dejando ya muy atrás el puerto de Kinshasa y en dirección al lejano Kisangani, el conradiano «corazón de las tinieblas», en el río que también habían navegado André Gide y Graham Greene y por donde mucho antes descendieron las canoas de los exploradores Stanley y Brazza. La euforia de cumplir un acariciado propósito hacía de mí un viajero feliz.
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El sueño de África de Javier Reverte
Entendía la vocación colosal de África, el anhelo de un continente por sobreponerse a lo efímero, ese inaprensible y grandioso vigor que emana de las planicies y del cielo, la fragilidad de su grandeza, la brisa dulzona y húmeda que entra en tu sangre y te inyecta la droga que más puede amar un hombre: el deseo de vivir, el espejismo animal de eternidad.
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El sueño de África de Javier Reverte
Todavía me gusta imaginar que aquel día, junto a la rada de Dar es Salam, atravesé las vaporosas paredes del tiempo y vi pasar ante mí a Simbad el Marino.
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Banderas en la niebla de Javier Reverte
Y si la mala suerte acaba con mi vida dentro de una fosa mal cavada, acuérdate de toda nuestra dicha; no olvides que yo te amaba. |
Banderas en la niebla de Javier Reverte
Tengo una cita con la muerte a medianoche en algún pueblo en llamas, y yo siempre soy fiel a mi palabra, cuando la primavera se encamine otra vez al norte, no fallaré a la cita. |
Banderas en la niebla de Javier Reverte
Hay hombres que sienten atracción hacia la muerte quizá porque la entienden como parte de la naturaleza humana y, por ello, no son capaces de controlar sus vidas. Tal vez no sea otra la razón por la que acuden alegremente a la guerra, dispuestos a matar y a morir. Pero los jóvenes descubren demasiado tarde que las guerras las planean los viejos mientras son ellos, al fin, quienes mueren en los campos de batalla.
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El retrato de Dorian Gray