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Las despedidas de Jacobo Bergareche
La vida solo tiene un motor,que es apetito y deseo, deseo de vivir, de ver, de probar, de comer.
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Las despedidas de Jacobo Bergareche
Preferiria haber nacido hace siglos y poder salir en un barco sin destino, navegar hacia esas esquinas de los mapas antiguos donde los cartógrafos pintaban dragones, y escribían en latín "hic sunt dracones", aquí hay dragones, eso lo había visto una vez en un libro de historia de navegación, y descubrir islas, tribus no contactadas, aves de colores.
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Las despedidas de Jacobo Bergareche
Los tatuajes del vientre y la espalda, que apenas entrevió la noche anterior, empezaron a hacerse nítidos y él los observaba detenidamente como quien llega hasta el último párrafo de un artículo.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
....Hay que disfrazarse en cuanto uno vea llegar la ocasión, transitar de un yo a un otro yo, hasta hallar el yo preciso para la ocasión, para hacer de la ocasión todo lo que la ocasión pueda llegar a ser....
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
....Llega un punto en la vida en el que solo con los desconocidos se puede hablar, sin temor a asustarles ni a decepcionarles, de nuestros deseos ocultos, de aquello en lo que hemos dejado de creer, de aquello que ya no queremos ser y de aquello en lo que empezamos a convertirnos.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
....Se puede tener más de una vida, pero no se puede estar en más de una a la vez, y sólo se sabe que se tiene una vida cuando de repente te asomas a otra vida que pudo ser tuya.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Allí te traigo constantemente para otro atardecer perfecto, en un paisaje que te ha de parecer parte de mí, con el que quiero mezclarte, contra el que te quiero ver y del que te quiero escuchar hablarme, que me digas qué te pareció, que me lo devuelvas con la ilusión de lo nuevo, que me prestes tu mirada para ver lo que creo que ya conozco.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
«No te lamentes», dijo él, «estamos fatigados porque otros amores nos esperan, odiemos y amemos a través del tiempo impertérrito, ante nosotros descansa la eternidad, nuestras almas son amor y una despedida continua».
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Nada de lo que ocurre es extraordinario, y sin embargo es un día perfecto.
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Las despedidas de Jacobo Bergareche
Tiene su lógica: conocer el nombre y el origen de la gente condiciona mucho una relación, la carga de prejuicios.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Vete diciéndome dónde vas a estar y veré si puedo ir a verte.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Me río de mi mismo cuando pienso lo que he llegado a pagar para que un chef me ofrezca una experiencia todo que lleva años perfeccionando al milímetro, desde la iluminación hasta la vajilla, y luego llegas casualmente a esta roulotte donde la experiencia ha sido rigurosamente descuidada hasta el último detalle, desde la ausencia de iluminación a la ausencia de vajilla, y es precisamente aquí donde uno da ese mordisco en que se produce el olvido de todo lo demás, y obtiene al fin esa experiencia que tanto me ha esquivado en todos esos restaurantes de Madrid, de Cataluña, del País Vasco a los que supuestamente uno no puede dejar de ir antes de morir.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Y es ahora, al ver esta carta, que cuento los días que pasé contigo, siete en total, y se me aparecen como días que podría dibujar, días perfectos, días no solo memorables, sino memorizados, que podrían engendrar fácilmente un Morning Paper como el de Faulkner.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
La historia ha de ser contada para que haya algo que uno pueda quedarse, lo contrario es vagar hacia el olvido, y olvidar es entregar nuestra vida a la nada.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
«Los penúltimos días son los mejores. No han de soportar sobre sus espaldas la tragedia de ser la víspera de una despedid, la antesala de una larga ausencia».
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
Me has ahorrado el desgaste y el agotamiento, a cambio me queda este dolor tan real y tan físico, como prueba irrefutable de todo lo que me diste, y yo creo que me compensa, y con gusto lo acojo dentro de mí.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
un día perfecto: un hombre y una mujer que se buscan desde la hora de despertar para hacer cosas juntos y disfrutan de ello hasta la hora de acostarse. Parece fácil.
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Los días perfectos de Jacobo Bergareche
… ya se sabe que los recuerdos que no se apoyan en imágenes, ni palabras, ni objetos se deshacen poco a poco en la memoria, pierden la nitidez, sus contornos se diluyen, sus colores se entremezclan y al final solo queda una mancha borrosa de luz contra esa oscuridad que termina por engullirlo todo.
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?