La ballena perdida de Hannah Gold
... a veces la vida real no va como nos gustaría, pero eso no significa que tengamos que rendirnos, sino que tenemos que intentarlo con más fuerza aún.
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La ballena perdida de Hannah Gold
... a veces la vida real no va como nos gustaría, pero eso no significa que tengamos que rendirnos, sino que tenemos que intentarlo con más fuerza aún.
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La ballena perdida de Hannah Gold
Si vemos una le ofreceremos la posibilidad de venir con nosotros si quiere, no al revés. El océano es su mundo, y es importante que recordemos que aquí sólo somos invitados.
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La ballena perdida de Hannah Gold
Hay batallas en las que uno no puede combatir. Pero hay otras... hay otras batallas en las que todos podemos hacer algo.
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La ballena perdida de Hannah Gold
Había llegado el gran momento. Aunque no tenía ninguna garantía de ver a Morro Blanco, a Rio se le aceleró el pulso y sintió de repente el deseo imperioso de que su madre estuviera con él. Era una sensación tan poderosa que tuvo que agarrarse a la barca. Y, aunque su madre no estaba con él, él si que estaba. Sería los ojos de ella.
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La ballena perdida de Hannah Gold
A veces la vida real no va como nos gustaría, pero eso no significa que tengamos que rendirnos, sino que tenemos que intentarlo con más fuerzas aún.
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El último oso de Hannah Gold
Los tiempos han cambiado. Quizás sea el momento de que nosotros cambiemos también.
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El último oso de Hannah Gold
Muchas veces los detalles no importan, lo que cuentan son los sentimientos que hay detrás.
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La ballena perdida de Hannah Gold
A pesar de todas las cosas horribles por las que ellas tienen que pasar para sobrevivir, no dejan de nadar. Igual que tú
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La ballena perdida de Hannah Gold
Cuando respiran, los dos chorros se juntan en la punta, así, y parece como si exhalasen corazones.
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La ballena perdida de Hannah Gold
Nadie puede salvar el mundo por sí solo. Pero juntos puede que tengamos una oportunidad
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La ballena perdida de Hannah Gold
Era como cavar un agujero e ir retirando roca tras roca hasta llegar a algo oscuro y sombrío. Un lugar al que Rio casi nunca quería acceder, por miedo a ahogarse en él. Y, sin embargo, a medida que las palabras abandonaban sus labios y salían a la luz, sentía como si le quitaran un gran peso del pecho.
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La ballena perdida de Hannah Gold
... sintió esa horrible corriente de culpabilidad que le invade a uno cuando no ha sido tan bueno y amable como debería.
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El último oso de Hannah Gold
Oso no entendía lo que le estaba contando; al menos, no los detalles. Pero muchas veces -quizá incluso a menudo- los detalles no importan; lo que cuenta son los sentimientos que hay detrás.
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El último oso de Hannah Gold
De hecho, los casquetes polares se han derretido más en los últimos veinte años que en los anteriores diez mil"
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El último oso de Hannah Gold
"Hacía tiempo que la niña no mantenía una conversación con su padre. Semanas, quizá meses..."
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¿Con qué frase empieza esta novela?