La ballena perdida de Hannah Gold
Era como cavar un agujero e ir retirando roca tras roca hasta llegar a algo oscuro y sombrío. Un lugar al que Rio casi nunca quería acceder, por miedo a ahogarse en él. Y, sin embargo, a medida que las palabras abandonaban sus labios y salían a la luz, sentía como si le quitaran un gran peso del pecho.
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