La educación sentimental de Gustave Flaubert
Hay hombres que solo tienen por misión entre los demás la de servir de intermediarios; se pasa por ellos como sobre puentes y se va más lejos.
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La educación sentimental de Gustave Flaubert
Hay hombres que solo tienen por misión entre los demás la de servir de intermediarios; se pasa por ellos como sobre puentes y se va más lejos.
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La educación sentimental de Gustave Flaubert
Nada humilla tanto como ver a los tontos triunfar en las empresas donde uno ha tropezado.
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La educación sentimental de Gustave Flaubert
Mi corazón saltaba como polvo a los pasos de usted. Me producía usted el efecto de un rayo de luna en noche de estío, cuando todo es perfume, dulces sombras, blancuras, infinito; y las delicias de la carne y del alma se hallaban contenidas para mí en su nombre, que repetía, procurando besarlo con mis labios.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
El hombre, al menos, es libre y puede recorrer las pasiones y los países, vencer obstáculos, gustar de las más lejanas felicidades. La mujer, en cambio, siéntese aherrojada de continuo.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Acostumbrada a los aspectos sosegados de la vida, su espíritu tendía, como contraste, hacia lo accidentado.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
De todos modos no era feliz, ni tampoco lo había sido nunca. Cada sonrisa ocultaba un bostezo de hastío, cada alegría una maldición y los mejores besos no dejaban en los labios mas que el irrealizable anhelo de una mas sofisticada voluptuosidad.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Su vida, en cambio, era fría como desván con ventanuco al norte, y el aburrimiento – silenciosa telaraña – hilaba su tela bajo la sombra en todos los rincones de su corazón.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
En el fondo de su corazón, sin embargo, estaba esperando que algo sucediera. Como los marineros naufragados, volvió la mirada desesperada a la soledad de su vida, buscando lejos alguna vela blanca en las brumas del horizonte. No sabía cuál sería esta oportunidad, qué viento la traería, hacia qué orilla la conduciría, si sería un chaleco o un tres pisos, cargados de angustia o llenos de felicidad en los ojos de buey. Pero cada mañana, al despertar, esperaba que llegara ese día; escuchó cada sonido, se sobresaltó, se preguntó que no había llegado; luego, al atardecer, siempre más triste, anhelaba el mañana.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Su futuro se parecía a un pasillo largo, a cuyo final había una puerta bien cerrada.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
El deber, es sentir lo que es grande, amar lo que es bello, y no aceptar todos los convencionalismos de la sociedad, con las ignominias que ella nos impone.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
El amor, creía ella, debía llegar de pronto, con grandes destellos y fulguraciones, huracán de los cielos que cae sobre la vida, la trastorna, arranca las voluntades como si fueran hojas y arrastra hacia el abismo el corazón entero. No sabía que, en las terrazas de las casas, la lluvia hace lagos cuando los canales están obstruidos.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Sentir lo que es grande, amar lo que es bello, y no aceptar todos los convencionalismos de la sociedad, con las ignominias que ella nos impone.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
la historia de Emma una campesina que se casa con un médico para escapar del aburrimiento de la vida rural ella rápidamente se desilusiona tanto con su esposo como con sus costumbres provinciales especialmente después de asistir a un baile lanzado por uno de los pacientes aristocráticos de su esposo.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Aquel vestido de pliegues rectos escondía un corazón tempestuoso, y aquellos labios tan púdicos no contaban la tormenta que en él había
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Fue como el cielo, cuando una ráfaga de viento barre las nubes. El montón de pensamientos tristes que los ensombrecía pareció retirarse de sus ojos azules; toda su cara resplandeció de felicidad.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
el deber, es sentir lo que es grande, amar lo que es bello, y no aceptar todos los convencionalismos de la sociedad, con las ignominias que ella nos impone.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
En su deseo confundía las sensualidades del lujo con las alegrías del corazón, la elegancia de las costumbres, con las delicadezas del sentimiento.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
al roce con la riqueza, se le había pegado encima algo que ya no se borraría.
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Madame Bovary de Gustave Flaubert
Lo que es más lamentable, verdad es arras- trar como yo una vida inútil. Si nuestros dolores pudieran servir a alguien nos consolaríamos en la idea del sacrificio.
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Cuantos años se lleva Ron con Fred y George?