Madame Bovary de Gustave Flaubert
En su deseo se confundían las sensualidades del lujo con las alegrías del corazón, la elegancia de las costumbres con las delicadezas del sentimiento.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
En su deseo se confundían las sensualidades del lujo con las alegrías del corazón, la elegancia de las costumbres con las delicadezas del sentimiento.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Era como si en su plato le sirvieran toda la amargura de la existencia, y con los vapores de la sopa, le subían del fondo del alma como otras tantas vaharadas de hastío
|
Madame Bovary: 15 de Gustave Flaubert
"Es delicioso escribir, no ser ya uno mismo, sino circular por toda la creación de la que uno habla" Gustave Flaubert |
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Su vida, en cambio, era fría como desván con ventanuco al norte, y el aburrimiento – silenciosa telaraña – hilaba su tela bajo la sombra en todos los rincones de su corazón.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Antes de casarse, Emma se había creído enamorada; pero como la felicidad que hubiera debido resultar de aquel amor no había llegado, pensó que necesariamente debía de haberse equivocado. Y trataba de averiguar qué significaban exactamente en la vida las palabras dicha, pasión y embriaguez, que tan hermosas le habían parecido en los libros.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
El hombre, al menos, es libre y puede recorrer las pasiones y los países, vencer obstáculos, gustar de las más lejanas felicidades. La mujer, en cambio, siéntese aherrojada de continuo.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Aunque no tenía a quien escribir, se había comprado una carpeta, un bloc de papel de cartas, un portaplumas y sobres; quitaba el polvo a su anaquel, se miraba en el espejo, cogía un libro, y luego lo dejaba caer sobre sus rodillas, persiguiendo un sueño que se había escapado entre una línea y otra. Ansiaba viajar o volver de nuevo al internado. Deseaba al mismo tiempo morirse e ir a vivir a París.
|
Bibliomanía de Gustave Flaubert
Sí, estaba embriagado de lo que había sentido, estaba cansado de sus días; estaba ebrio de la existencia.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Se estrecharon uno contra el otro y al calor de su primer beso se fundieron como nieve todos los rencores.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Pretendía saber lo que se entendía exactamente en la vida por las palabras dicha, pasión y embriaguez que le habían parecido tan bellas en los libros.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Y, seguro de ser amado, dejó de molestarse, e insensiblemente su comportamiento cambió.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Era tal la indiferencia con que consideraba ahora cuanto había a su alrededor, y tenía a un mismo tiempo palabras tan afectuosas, miradas tan altivas y modales tan variados, que ya no era posible distinguir el egoísmo de la caridad, ni la corrupción de la virtud.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Emma se parecía a todas las amantes; y el encanto de la novedad, cayendo poco apoco como un vestido, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Era la enamorada de las novelas, la heroína de los dramas, aquella indefinible ''ella'' a que aludían todos los libros de versos. León descubría en sus hombros el color ámbar de La odalisca en el baño, comparaba su corpiño al de las castellanas medievales y también le recordaba a La mujer pálida de Barcelona. Pero sobre todo, ¡era un ángel!
|
Un Alma De Dios de Gustave Flaubert
Por los cigarros puros, Felicidad se figuraba que La Habana era un país donde no se hacía otra cosa que fumar, y que Victor circulaba entre negros en una nube de humo de tabaco.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Recuerdo y conozco esa bruma azul como la de las montañas suizas, esa bruma que lo rodea todo en la época feliz y alegre en que se termina la infancia.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
En el fondo de su corazón, sin embargo, estaba esperando que algo sucediera. Como los marineros naufragados, volvió la mirada desesperada a la soledad de su vida, buscando lejos alguna vela blanca en las brumas del horizonte. No sabía cuál sería esta oportunidad, qué viento la traería, hacia qué orilla la conduciría, si sería un chaleco o un tres pisos, cargados de angustia o llenos de felicidad en los ojos de buey. Pero cada mañana, al despertar, esperaba que llegara ese día; escuchó cada sonido, se sobresaltó, se preguntó que no había llegado; luego, al atardecer, siempre más triste, anhelaba el mañana.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
Sentir lo que es grande, amar lo que es bello, y no aceptar todos los convencionalismos de la sociedad, con las ignominias que ella nos impone.
|
Madame Bovary de Gustave Flaubert
[...] Era uno de esos sentimientos puros que en nada obstaculizan el disfrute de la existencia, que se fomentan porque son raros y cuya pérdida resultaría más triste que gozosa fuera su posesión.
|
Madame Bovary: 15 de Gustave Flaubert
"Pero la denigración de las personas a quienes amamos siempre nos aparta algo de ellas. No hay que tocar los ídolos: su dorado se queda en las manos.
|
El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...