Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
Qué es más corrosivo, se pregunta uno, si los daños que se le infligen al cuerpo o el deterioro progresivo del alma "La cárcel del fin del mundo". |
Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
Qué es más corrosivo, se pregunta uno, si los daños que se le infligen al cuerpo o el deterioro progresivo del alma "La cárcel del fin del mundo". |
Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
Si hoy son pudientes, dice mi madre, es por toda una vida de privaciones. La abuela mira a mi padre con sarcasmo. Mi padre le responde la mirada: De qué más tenemos que privarnos nosotros. De sus benditos libros, para empezar, dice la abuela. "Ciudad Evita". |
Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
El Nene aprovecha la oportunidad para echarle en cara Vos mucho socialismo de aquí, mucho proletariado de alla pero no tenés vento para los remedios de mi sobrino. Tus buenos sentimientos son joda, hermano. Tanto humanitarismo y no t calentás por los que tenés cerca.co. "La gran vida".
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Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
Vuelve al living, a contemplar la tormenta. Desde lo alto, el cementerio envuelto en la lluvia es una imagen gótica. Hasta un desastre puede ser poético, piensa. "Deje su mensaje después de la señal." |
Cuentos reunidos de Guillermo Saccomanno
Hay un silencio, pero se oye la respiración del otro lado, jadeo de alguien que solo aspira oxígeno a través de Parisiennes. "Dejé su mensaje después dela señal".
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Soy la peste / Guillermo Saccomanno. de Guillermo Saccomanno
Aun fundido, en decadencia, el quilombo había sido propiciador del contagio. Pero no daba para el bajón, me dije. Ahora se me habrían las puertas de una existencia intrépida, Buscaría el mar.
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Bajo Bandera de Guillermo Saccomanno
Cuando llegamos al cuartel Rosen fue asignado a la oficina de Intendencia. Cabezón, bajo, morrudo, como un pequeño rinoceronte rubio, mirando siempre oblicuo o desde abajo con sus protuberantes ojos de muñeca, Rosen se empecinaba en acentuar la imbecilidad de su sonrisa babosa.
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Esperar una ola de Guillermo Saccomanno
Los residuos no deberían llamarse residuos sino basura. Y si lo que junta es basura debería considerarse basurero y no encargado.
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Esperar una ola de Guillermo Saccomanno
... porque ya no importa la autoría porque esa voz interior que la narra nos narra tanto a quienes la escribimos como a vos, narrado. lector
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Esperar una ola de Guillermo Saccomanno
La gran enseñanza: que tú me tira sea verdad depende de tu convicción.
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Esperar una ola de Guillermo Saccomanno
... descanso y vacaciones una vez al año porque es necesario a veces un tiempo sin pensar en el dinero, es decir, reponer energías para, a la vuelta, estar en condiciones de ganar más dinero y, al fin del día, cuando nos volvemos a acostar, lo hacemos pensando en qué impuestos y cuotas vencen mañana ya que vivimos a crédito.
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Esperar una ola de Guillermo Saccomanno
Para que el golpe de suerte ocurra es necesario estar en el agua, siempre, esperando. Quizá el misterio se explica en la espera. Y la revelación, en la fugacidad de ese deslizamiento en el que la existencia, de golpe, es viento. De qué estoy hablando. De escribir.
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Lengua del Malon de Guillermo Saccomanno
La masacre. Caminaba unos pasos y me tropezaba con cadáveres o mutilados. Pude haberme tirado cuerpo a tierra o correr hacia las recovas, buscar alguna protección. Pero no. Todo transcurría como en un sueño. Una niebla densa y caliente me envolvió. Otra explo sión. De nuevo el tableteo de la metralla. De la fachada de un edificio brotaban surtidores de revoque. Entonces pensé en los libros. De qué me servía la literatura. Tenía algo en la mano. Tardé en darme cuenta. Esa piernita de nene.
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Drácula, Bram Stoker