¡LI BRA ZO! Contundente por dónde se lo mire. En una ciudad en la que “la noche del mal apagaba al mundo”, en la que los cadáveres se sacan a las esquinas para que se los queme, un adolescente le ahorra “agonía miserable” a su familia y abandona “el quilombo” en el que vivía junto a ellos y sale, porque "nadie quería crepar adentro. mejor afuera, boca arriba, mirando el cielo”. A este muchachito de dieciseis inviernos, cuyo único deseo es ver el mar, le pasará de todo, desde intentar trabajar en el tren funerario y hasta ser casi atacado por un animal mientras se bañaba en un negocio. Entre todas esas cosas, aparece Tori, con su auto y su velocidad. Y Tori será quien desencadene un final inesperado. Todo el relato está armado con detalles de la realidad: animales que salieron a los espacios públicos, las cifras de la evolución de la enfermedad o la diferencia en el pasar de las personas con o sin dinero. Desde mi perspectiva, esta novela toma algunas cuestiones de la Peste de Camus, y le rinde un excelente homenaje (el tren funerario y la quema de cadáveres o las ratas que están en todas partes, por ejemplo). Pero el estilo de Saccomanno pone las cuestiones totalmente delirantes y las vuelve verosímiles. Tiene solo un detalle: está escrita “en porteño”. Quien no tenga el manejo suficiente para comprender cómo hablamos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, habrá muchas palabras que se le pasarán de largo. + Leer más |
Ayer abrió oficialmente al público la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2022 y el autor Guillermo Saccomanno fue el encargado de ofrecer el discurso inaugural.
Estamos felices de reencontrarnos entre libros Les esperamos en el stand 917.