Huellas en el desierto de Gabriela Margall
—Creo que vamos a ser felices: tendremos la biblioteca más grande del mundo. —Creo, Agatha, que acabas de definir la felicidad. |
Huellas en el desierto de Gabriela Margall
—Creo que vamos a ser felices: tendremos la biblioteca más grande del mundo. —Creo, Agatha, que acabas de definir la felicidad. |
La institutriz de Gabriela Margall
“Un retrato hecho de retazos, de personas que vivían gracias al mar que las devolvía a la playa”.
|
Lo que no se nombra de Gabriela Margall
En toda la oscuridad e ignorancia en la que la sociedad las obligaba a vivir. Ignorancia de todo y de todos, pero sobretodo de ella misma. No sabía qué era lo que su cuerpo podía sentir, no sabía que la respiración se podía entrecortar por la cercana intimidad de una piel que tanto deseaba tocar a la otra.
|
Huellas en el desierto de Gabriela Margall
[Agatha] -Es muy probable que en el mundo la mayoría de la gente no haya leído mis novelas. ¿Me conocerán en Argentina?
|
Huellas en el desierto de Gabriela Margall
-¿El hombre de traje marrón dijiste? ¿Debería leerlo, no? En cuanto llegue a Londres compraré todos los libros. -Eso es lo que hace a un amigo, un buen amigo. -Entonces lo haré. -¿Y los leerás? ¿Te atreverás? -Por supuesto que sí. Si puedo con Gordon Childe puedo con Agatha Christie. |
Huellas en el desierto de Gabriela Margall
-No puedo casarme contigo sin haber leído tus libros. Son maravillosos. -Gracias. -Espero que algún día me dediques uno. Después de casados, por supuesto. -Por supuesto. ¿Max? -Dime. -Creo que vamos a ser felices: tendremos la biblioteca más grande del mundo. -Creo, Agatha, que acabas de definir la felicidad. |
Huellas en el desierto de Gabriela Margall
La vida era simple. Levantarse al amanecer, acompañar a Max y buscar en la tierra, ver los colores del cielo nacer en la mañana y variar de manera permanente hasta el anochecer. Las estrellas en su estado más puro, como las habían visto esos hombres que, alguna vez, habían habitado el suelo de Siria y habían dejado estatuillas y vasijas decoradas. ¿Habría alguna contadora de historias como ella en esa antigua ciudad de cinco mil años? No lo sabían, los habitantes del tell Chagar Bazar no habían aprendido a escribir.
|
La institutriz de Gabriela Margall
Ella misma era lo único que tenía. Su trabajo y su respetabilidad eran parte de una personalidad construida a fuerza de una disciplina impuesta sobre sí misma. No se permitía fallar porque su vida dependía de mantener eso que había construido.
|
La institutriz de Gabriela Margall
“Miss Duncan diría que una institutriz es el modelo de la familia. Debes ser madre, padre, niño, abuelos. Ser nadie cuando es necesario y ser faro en la tormenta. Todos deben mirarla y saber cuál es la respuesta”.
|
El secreto de Jane Austen de Gabriela Margall
Los amores tenían eso de inesperado: uno nunca sabe cuándo pueden aparecer. Y tampoco se sabe cuando desaparecerán.
|
El secreto de Jane Austen de Gabriela Margall
El primer beso es el mas importante. Porque es la primera suspensión de la palabra y la primera palabra del cuerpo.
|
¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?