No ya mucho más que decir que... risas aseguradas
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No ya mucho más que decir que... risas aseguradas
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¿Quién no ha leído durante su infancia un clásico entre los clásicos del cómic como Mortadelo y Filemón? Yo aún conservo alguno de mis cómics de los 80, y es que en mi generación, los cómics eran indispensables en nuestras lecturas infantiles, siempre era un buen momento para ojear un cómic de aventuras, de humor o de superhéroes. Cuando mi hijo me pidió porfa, porfa, porfa que en la edición de masa crítica ilustrados de Babelio postulará por este título, además de sorprendida (porque él no acostumbra a leer) me quedé encantada de poder compartir la lectura con el peque de la casa. En esta ocasión Ibañez nos traslada a unos juegos olímpicos de Tokio 2020 que corren peligro a causa de una sustancia denominada tontaina… quién nos iba a decir que realmente su celebración sería suspendida por un virus contagiado por un murciélago, vamos, que la realidad superó a la ficción. Me he vuelto a reencontrar con esos personajes de mi infancia, el Súper, Ofelia y los incombustibles Mortadelo y Filemón, con unas ilustraciones como las de siempre, en una historia de ayer, de hoy y de mañana, porque sus aventuras son así, intemporales, y también multigeneracionales (mi hijo la ha disfrutado tanto o más que yo) con un humor sencillo, que roza lo absurdo por ser directo y simple pero que siempre saca una sonrisa. Yo ya no tengo 10 años, el humor lo veo de otra forma y ha habido ciertas cosas que cambiaría del libro, pero viendolo desde los ojos de mi hijo y oyendole decir que hacen un montón de tonterias con las que se ha reído, sin duda es un título que hará disfrutar a padres e hijos. + Leer más |
Pedí este comic con la ilusión de que fuese como los demás especiales de Mortadelo y Filemón en los Juegos Olímpicos, pero al leerlo me he llevado una decepción. Pocas páginas y en más de la mitad del comic se repite siempre el mismo chiste sin gracia. Además el final no tiene sentido alguno. Así que no os gastéis los 15€ que vale a no ser que simplemente queráis completar la colección.
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Nos encontramos ante el tomo 204 de Magos del humor que consta de 46 páginas. El dibujo es el característico de Ibañez, con detalles escondidos, con unos diálogos absurdos y repletos de humor negro. Para quién no conozca estos emblemáticos tebeos, nos encontramos con Mortadelo, un experto en disfrazarse y su jefe, Filemón, dos personajes con ideas desacertadas y bastante mala fortuna que son agentes secretos de la T.I.A, una agencia que cuenta con un bajo presupuesto y envía a sus agentes secretos a las más ridículas situaciones, en esta ocasión a buscar un gas llamado tontimicina que sirve para atontar a los atletas de Tokio 2020. Si se es seguidor de estos personajes, este tomo no decepcionará, sigue la dinámica de siempre. |
Cómic típico de Mortadelo y Filemón, agentes de la T.I.A. Con sus meteduras de pata, sus disfraces, sus juegos de palabras. Interesante las referencias a los gobernantes en aquellos momentos: Aznar, Busch, Chirac y Schröder.
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La serie nacida en las páginas de Tio Vivo, el 6 de marzo de 1961, es una de las mejores obras de su creador Francisco Ibáñez, al componer un mosaico de anécdotas divertidas en un vecindario de lo más dispar. Desde el tendero estafador, hasta el ladrón con su señora, el creador de monstruos (que la censura se encargaría de suprimir) y así hasta una docena de personajes fijos, incluyendo a un gato y un ratón que se llevan a matar. Si bien la idea del corte del edificio ya se usó con anterioridad, el hecho de hacerlo como serie regular de una página durante muchos años, catapultó a esta serie a la fama bien merecida. Este volumen, cambiando la portada, es idéntico a su anterior andadura con mayor tamaño, y recopila cronológicamente (con su índice y todo) todas las páginas dibujadas por su autor, por lo que podemos apreciar la evolución en su estilo de dibujo. Una obra indispensable para los amantes del cómic. |
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