Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
¿Cómo es la paradoja de que para rendirse primero hay que soltar, pero que no es al soltar que uno se rinde?
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
¿Cómo es la paradoja de que para rendirse primero hay que soltar, pero que no es al soltar que uno se rinde?
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La azotea de Fernanda Trías Patrón
Tal vez la Tierra sea redonda sólo para evitar que la gente vaya hasta el borde del mundo y salte al vacío, para que no podamos escapar de ella.
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No soñarás flores de Fernanda Trías Patrón
La nieve después de la nieve; lo que pasa cuando lo inmaculado se mancha, se gasta. ¿Y será que todo termina así, escupido, pisoteado?
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Era como si habláramos idiomas distintos y ninguna de las dos estuviera dispuesta a aprender la lengua de la otra.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Si algo caracterizaba el encierro era esa sensación de no tiempo. Existíamos en una espera que tampoco era la espera de nada concreto. Esperábamos. Pero lo que esperábamos era que nada pasara, porque cualquier cambio podía significar algo peor.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
El problema es que los comienzos y los finales se superponen, entonces una cree que algo está terminando cuando en realidad es otra cosa la que empieza.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Su condición de niño enfermo lo definía y no le daba derecho a ser otra cosa.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
El comienzo nunca es el comienzo. Lo que confundimos con el comienzo es solo el momento en que entendemos que las cosas han cambiado.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Años, casi mi vida entera esperando, mendigando, qué? No es que ellos se negaran a darme algo, sino que simplemente no lo tenían, y yo, empecinada, seguía tanteando a ciegas dentro de un pozo vacío.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Yo siempre había confundido el miedo con el amor, ese terreno inestable, esa zona de derrumbe.
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La azotea de Fernanda Trías Patrón
Quiero reconstruir la vista de la azotea, recordarla de forma tan perfecta que ya no pueda distinguir el recuerdo de la realidad. La azotea era mi lugar; el único donde no pudieron vencerme.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Tenía más de lo que cualquiera en en puerto podía tener. Tenía tanta plata que podía haber hecho sandwiches de billetes, alimentar a Mauro con lechuga de papel. Pero yo, igual que los pescadores, tampoco era capaz de imaginarme en otra parte
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La Ciudad Invencible de Fernanda Trías Patrón
"Buenos Aires quiere a quién la quiere, me dijo alguien... Una ciudad siempre al borde del colapso, y sin embargo generosa; una ciudad con facilidad para adoptar extranjeros y hacerlos suyos... te digiere pero antes tiene que masticarte. "
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
Cuando uno lee libros de historia tiende a olvidar que alguien estuvo ahí.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
—Me da lástima ser tan viejo que ya no reconozco nada. Esto es otro mundo. —Yo tampoco lo reconozco, don Omar. —Pero el mundo todavía te reconoce a vos. |
Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
La oruga, mientras está ocupada siendo oruga, no puede ser mariposa.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
La serpiente muda y se recicla, pero no por eso deja de ser el mismo animal.
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Mugre rosa de Fernanda Trías Patrón
—La resignación no es un valor —dijo—. Hay que luchar por lo que se quiere en esta vida.
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La azotea de Fernanda Trías Patrón
Hasta el día de su muerte mi padre veneró un mundo que no hizo más que robarle todo lo que quiso.
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?