El miedo a la libertad de Erich Fromm
Consideramos nuestras cualidades personales y el resultado de nuestros esfuerzos como mercancías que pueden ser vendidas a cambio de dinero, prestigio y poder. …Por ello el hombre malogra el único goce capaz de darle la felicidad verdadera -la experiencia de la actividad del momento presente- y persigue en cambio un fantasma que lo dejará defraudado apenas crea haberlo alanzado: la felicidad ilusoria que llamamos éxito.
|