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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Y aquí estoy, sentado sobre ésta piedra aparente. Solo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y de tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Luchaba entre varias memorias y la memoria de lo sucedido era la única irreal para él. De niño pasaba largas horas recordando lo que no había visto ni oído nunca. Lo sorprendía mucho más la presencia de una buganvilia en el patio de su casa que el oír que existían unos países cubiertos por la nieve. Él recordaba la nieve como una forma del silencio.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Solo mi memoria sabe lo que encierra.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Si moría esta noche, solo ella sabría el horror de su muerte y el horror de su vida frente al asesino que la acechaba desde el rincón más remoto de su memoria
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Es curiosa la memoria que reproduce como ahora tristezas ya pasadas, días lisonjeras que no veremos más, rostros desaparecidos y guardados en un gesto que acaso ellos no se conocieron nunca, palabras de las cuales no queda ya ni el eco.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Y como la memoria contiene todos los tiempos y su orden es imprevisible, ahora estoy frente a la geometría de luces que inventó a esta ilusoria colina como una premonición de mi nacimiento.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Había entrado al mundo subterráneo de las hormigas, complicado de túneles minúsculos donde no cabía ni siquiera un pensamiento y donde la memoria era capas de tierra y raíces de árboles. Tal vez eso era la memoria de los muertos, un hormiguero sin hormigas; sólo pasadizos estrechos abiertos en la tierra, sin salida a las hierbas.
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Teatro completo de Elena Garro
No te aflijas cuando tus ojos empiecen a desaparecer, porque entonces serás todos los ojos de los perros mirando pies absurdos. (Un hogar sólido) |
Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Aqui estoy sentado sobre esta piedra aparente, solo mi memoria sabe lo que encierra. Veo y me recuerdo. Y como el agua va al agua así yo melancólico vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfigura en multitud de colores y de tiempos, estoy y estuve en muchos ojos.
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Elena Garro Extraviados en sí mismos, ignoraban que una vida no basta para descubrir los infinitos sabores de la menta, las luces de una noche o la multitud de colores de que están hechos los colores. Una generación sucede a la otra, y cada una repite los actos de la anterior. Sólo un instante antes de morir descubren que era posible soñar y dibujar el mundo a su manera, para luego despertar y empezar un dibujo diferente. Y descubren también que hubo un tiempo en que pudieron poseer el viaje inmóvil de los árboles y la navegación de las estrellas, y recuerdan el lenguaje cifrado de los animales y las ciudades abiertas en el aire por los pájaros. Durante unos segundos vuelven a las horas que guardan su infancia y el olor de las hierbas, pero ya es tarde y tienen que decir adiós y descubren que en un rincón está su vida esperándoles y sus ojos se abren al paisaje sombrío de sus disputas y sus crímenes y se van asombrados del dibujo que hicieron con sus años. Y viven otras generaciones a repetir sus mismos gestos y su mismo asombro final. + Leer más |
Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
Él sabía que el porvenir era un retroceder veloz hacia la muerte y la muerte el estado perfecto, el momento precioso en que el hombre recupera plenamente su otra memoria.
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Los recuerdos del porvenir de Elena Garro
¿De dónde llegan las fechas y a dónde van? Viajan un año entero y con la precisión de una saeta se clavan en el día señalado, nos muestran un pasado, un presente en el espacio, nos deslumbran y se apagan.
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¿Cuál fue la primera obra escrita en verso en lengua castellana?