Tú de Marte y yo de sábados de Dona Ter
La vida es demasiado importante como para hablar de ella con seriedad. (Liam).
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Tú de Marte y yo de sábados de Dona Ter
La vida es demasiado importante como para hablar de ella con seriedad. (Liam).
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Semanas de siete martes de Dona Ter
Algunos estudios dicen que cuando se finge es cuando somos realmente nosotros porque nos quitamos los prejuicios y que, en realidad, solemos llevar una máscara la mayor parte del tiempo.
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Tú de Marte y yo de sábados de Dona Ter
Con qué facilidad alguien desaparece de nuestras vidas. Un día están, otro ya no. Es irónico porque, al fin y al cabo, lo hacen con la misma facilidad con la que aparecen.
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PELLIZCOS DE SAN VALENTÍN de Dona Ter
(…) Sus amigos forman una parte muy importante de su vida y está dispuesto a luchar por mantener esa amistad, pero lo que lo une a Irina es distinto. Vivir sin ella sería como ver una película sin color ni sonido. Irina es su 3D, su Technicolor, su Dolby surround, sus palomitas de colores.
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Cuéntaselo a Chantal: No puedo decirte adiós de Dona Ter
Si te dieran la oportunidad de hacer una sola llamada,una llamada para decir esas palabras que guardas dentro y nunca has podido o te has atrevido a pronunciar.¿A quién sería y qué le dirías?
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Semanas de siete martes de Dona Ter
Voy a contarte un secreto: cuando te caes lo primero que hay que hacer a reírse porque así el resto es más sencillo. A las soluciones les gusta la gente positiva.
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Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
(…) Tengo casi cuarenta años, he viajado mucho y conocido a gente muy dispar y de la que he absorbido su sabiduría, aunque también he aprendido de la peor cara de la humanidad. Sé que la vida sin cicatrices es una vida desperdiciada. Hace años que sé quien soy, lo que me gusta y lo que no. No sé si es este trabajo el que me ha vuelto solitario o me gusta el mar porque en él no tengo que fingir. Creí tener el rumbo fijo de mi vida. Pero un día noté una brisa, llegó por popa sin que me diera cuenta. Y me dejé llevar, cambié el rumbo sin percatarme hasta que fue demasiado tarde de que la brisa era un huracán tan perdido que no sabía si quería destrozarse ella misma o a mí. Fui de cabeza al ojo del huracán. Caí en la red de pescador, pero juro que nunca ha habido pez más feliz por ser pescado. |
Semanas de siete martes de Dona Ter
Me pregunté si nosotros también seríamos algo destinado a suceder. Hacía solo cuarenta y ocho horas de nuestro primer beso, y yo ya me planteaba un futuro con él. Hasta los virus tardan más en incubarse. Era de locos. Pero qué bonita era aquella locura y qué bien me sentaba.
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Primavera en Júpiter de Dona Ter
Dicen que hay tantas opiniones como culos, que cada uno tiene el suyo. También de verdades. Y de realidades. Cada uno de nosotros con lo que hemos vivido, tenemos una opinión, vemos una verdad y una realidad que no siempre coincide con las de los demás. (Pág. 359) |
Gregorio Samsa es un ...