Ruido de fondo de Don DeLillo
Siempre pienso una cosa acerca de las madres: las madres son las que realmente lo saben todo. El folklore tiene razón.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Siempre pienso una cosa acerca de las madres: las madres son las que realmente lo saben todo. El folklore tiene razón.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—No hay motivo alguno para creer que la vida sea más valiosa debido a que es fugaz. Ahí tienes una declaración. Una persona tiene que saber que va a morir antes de que pueda comenzar a vivir con la máxima plenitud. ¿Verdadero o falso? —Falso. Una vez que ha quedado establecida tu muerte resulta imposible gozar de una vida satisfactoria. |
Ruido de fondo de Don DeLillo
(…) somos criaturas frágiles rodeadas por un mundo de hechos hostiles. Hechos que amenazan nuestra felicidad y nuestra seguridad. Cuanto más profundizamos en la naturaleza de las cosas, más endebles puede parecer que se vuelven nuestras estructuras.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Si tan sólo pudiéramos contemplar la muerte como una superficie más en la que habitar durante cierto período… Como otra faceta del orden cósmico. Como una aproximación de enfoque sobre la Brillante Estela de los Ángeles.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—Todos los niños debieran tener la oportunidad de recorrer miles de kilómetros por sí solos (…), aunque sólo sea por su propia autoestima e independencia de criterio, equipados con ropas y artículos de aseo escogidos por ellos mismos. Cuanto antes despeguen, mejor. Es como nadar o patinar. Tienes que procurar que empiecen cuando son jóvenes.
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El ángel Esmeralda de Don DeLillo
Sor Edgar, en cambio, pensaba en el atractivo de la condenación, el mordisquito amoroso de aquel puñal de libélula. Sabiendo que no vales nada, lo único que puede gratificarte la vanidad es apostar contra la muerte
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Submundo de Don DeLillo
Eso es lo próximo que detectarán los sensores, pensó. Las emociones calladas de los ocupantes de las habitaciones.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—¿Piensas que la vida sin la muerte sería hasta cierto punto incompleta? —¿Cómo podría ser incompleta? La muerte es lo que la convierte en incompleta. —¿Acaso nuestro conocimiento de la muerte no añade más valor a la propia vida? —¿De qué nos sirve un valor basado en el miedo y la ansiedad? Es algo inquietante, estremecedor. —Cierto. Las cosas más profundamente valiosas son aquellas que sentimos más seguras. |
Ruido de fondo de Don DeLillo
—No os preocupéis por mí —dijo—. El hecho de que cojee un poco al andar no tiene ninguna importancia. A mis años, las personas cojeamos. La cojera es algo completamente normal cuando se alcanza cierta edad. Y olvidaos también de la tos. Toser es sano. Así mueves la porquería. La porquería no te hace daño a no ser que permanezca inmóvil en un mismo lugar durante años. Resumiendo, que la tos es buena. Lo mismo que el insomnio. El insomnio está muy bien. ¿Qué gano yo con dormir? Uno alcanza una edad en la que cada minuto de sueño es un minuto menos que tiene para hacer cosas útiles como toser o cojear. En cuanto a las mujeres, da igual. Las mujeres también están bien. Alquilas una película y disfrutas del sexo. Ayuda a impulsar la sangre hacia el corazón. Tampoco importan los cigarrillos. Me gusta pensar que me estoy saliendo con la mía en algo. Que dejen de fumar los mormones, si quieren. Terminarán muriéndose de algo igualmente grave. El dinero no es problema. Tengo mis ingresos perfectamente organizados. Pensiones cero, ahorros cero y acciones y bonos cero. Conque no vale la pena que os preocupéis al respecto. De todo eso ya me he ocupado yo. Tampoco os inquietéis por la dentadura. Tengo unos dientes magníficos. Cuanto más sueltos están, más puedes moverlos con la lengua, y con eso la mantienes ocupada. No os preocupéis de los temblores. Todo el mundo tiembla de vez en cuando y, además, sólo me ocurre con la mano izquierda. Para disfrutar de tus propios temblores, basta con imaginarte que la mano pertenece a otra persona. Y no conviene prestar atención a súbitas e inexplicables pérdidas de peso. No tiene sentido que uno pretenda comer algo que no ve, lo que a su vez resta importancia a los ojos. Tampoco pueden empeorar más de lo que ya están. Olvidaos por completo de la mente. La mente va antes que el cuerpo, tal y como debe ser, así que no os preocupéis por ella. No le pasa nada. Preocupaos del coche. La dirección está fatal. Ha habido que revisar los frenos tres veces. Y el capó se abre de golpe cada vez que hay baches.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Cuando te haces viejo descubres que te sientes preparado para algo, pero que no sabes de qué se trata. Uno se prepara constantemente. Te pasas el peine por los cabellos, o te sitúas frente a la ventana para mirar al exterior. Siento como si en mi interior hubiera una personita quisquillosa que enredara con todo constantemente.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Nos mantuvimos fuertemente estrechados durante largo rato, nuestros cuerpos fundidos en un abrazo que incluía elementos de amor, tristeza, amargura, sexo y lucha. Cuán sutilmente sustituíamos nuestras emociones y descubríamos matices sirviéndonos de los más breves movimientos de nuestros brazos y nuestros costados, de la más breve inspiración de aire, para luego coincidir en nuestro temor, desarrollar nuestra pugna y reafirmar las raíces de nuestros deseos frente al caos de nuestras almas.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Continuábamos inventando la esperanza a partir de cierto sentido persistente de la ruina a gran escala.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—¿Crees que el amor es más poderoso que la muerte? —Ni por lo más remoto. —Bien —dijo—. No hay nada más poderoso que la muerte. ¿Crees tal vez que las únicas personas que temen a la muerte son aquellas que temen a la vida? —Eso es una bobada. Es completamente ridículo. —Perfecto. Todos tememos a la muerte en cierto grado. Quienes afirman lo contrario son personas superficiales y se están engañando a sí mismas. |
Ruido de fondo de Don DeLillo
La autocompasión es un sentimiento que he cultivado con gran esfuerzo. ¿Por qué ha de abandonarla uno simplemente porque crece? Los niños son maestros en experimentarla, lo que parecería significar que se trata de algo natural e importante. Imaginarse a uno mismo muerto constituye la forma más barata, más sórdida y más satisfactoria de autocompasión infantil. Qué tristes y arrepentidos parecen todos cuando los tienes agrupados en torno a tu gran ataúd de bronce. Ni siquiera se atreven a mirarse a los ojos porque todos saben que la muerte de ese hombre decente y compasivo es el resultado de una conspiración en la que todos ellos han intervenido.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
Contemplar a los niños mientras duermen me hace sentir devoto, cual si formara parte de un sistema espiritual. Es todo lo que llego a aproximarme a Dios. De existir un equivalente laico al hecho de encontrarse bajo las agujas de una catedral grandiosa dotada de pilares de mármol e iluminada por los inclinados chorros de luz mística que atraviesan sus dos hileras de ventanales góticos, éste sería la contemplación de los niños en su dormitorio cuando se encuentran sumidos en un profundo sueño.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
El poder de los muertos reside en que pensamos que pueden vernos constantemente. Los muertos poseen una presencia propia. ¿Existirá algún nivel de energía formado exclusivamente por los muertos? Están también en el suelo, por supuesto, durmiendo y descomponiéndose. Tal vez nosotros no somos otra cosa que sus sueños.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
A veces pienso que nuestro amor carece de experiencia. La cuestión de la muerte se convierte en un sabio recordatorio. Nos cura de nuestra inocencia de futuro. ¿Están condenadas las cosas más simples o eso no es más que una superstición?
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—A eso se reduce todo al final —dijo—. Nos pasamos la vida despidiéndonos de los demás. Pero ¿cómo despedirnos de nosotros mismos?
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Ruido de fondo de Don DeLillo
—Tu categoría de condenado presta a tus palabras un cierto prestigio y autoridad. Me gusta eso. Creo que descubrirás que a medida que se aproxima el momento la gente irá mostrándose cada vez más interesada en lo que tienes que decir. Te buscarán.
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Ruido de fondo de Don DeLillo
La nostalgia es un producto de la insatisfacción y la rabia. Es un arreglo de cuentas entre el presente y el pasado. Cuanto más potente es la nostalgia, más nos aproxima a la violencia. La guerra es la forma que adopta la nostalgia cuando los hombres sienten la necesidad perentoria de decir algo bueno acerca de su país.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?