Todavía no lo e leído pero tengo esperanzas de que me guste.
|
Todavía no lo e leído pero tengo esperanzas de que me guste.
|
Ya me había leído este libro hará unos doce años, y no sé muy bien porqué me ha apetecido leerlo de nuevo. Ted Regan es un rico ranchero de 40 años, cabezón e insufrible que se niega a reconocer que está enamorado de la mejor amiga de su hermana, 16 años menor. Coreen por su parte también está enamorada de Ted, pero las circunstancias la llevan a casarse con Ben Tarleton con quien vivirá dos años de pesadilla sin que nadie lo sepa. Con Coreen convertida en viuda, los mundos de ambos colisionan de nuevo y deberán enfrentarse a sus sentimientos. Pese a que durante gran parte del libro me apetecía darle un buen tortazo a Ted y un par de gritos a Coreen para que espabilase, el libro me ha encantado y lo he disfrutado tanto como en la lectura anterior. Lo malo es que ahora me apetece volver a leer alguna más de sus antiguas novelas. Tendré que echarle un vistazo a las estanterías porque tengo un montón de esa serie. |
Diana Palmer se empeña en hacer a sus heroínas tan increíblemente inocentes que ya se pasa. En este caso, aunque entiendo muy bien que de niña le supusiera un trauma ver la condición en la que terminaba su madre no es entendible que con veintitantos años siga pensando que así son siempre las relaciones sexuales. ¿Dónde ha vivido? ¿Debajo de una piedra entre las montañas? Vamos que no, no es creíble para nada. Además, pasan unas cosas que me llevan a pensar que en realidad no están tan enamorados como deberían. Y lo digo por dos hechos: Aún así no está mal para pasar un rato, como tantas otras de su mismo sello. Pasable y nada más. + Leer más |
Si te gusta Diana Palmer, su estilo y sus historias de vaqueros te va a gustar sino pasa a otra cosa. Los personajes carecen de profundidad y son incongruentes en algunas ocasiones. Ella es una enfermera capaz de tratar situaciones límites, como infartos repentinos, sin que le tiemble el pulso pero después de tratar con una serpiente sin ningún problema se desmaya al enterarse que es venenosa y teniéndola ya bien lejos. Esto por decir un caso aunque hay más. En general no hay mucho más que decir salvo que es una historia más de la autora, llena de malos entendidos, con un vaquero cabezota y una damisela en apuros que debería ser fuerte pero que en realidad es bastante debilucha, como todas las protagonistas que salen de la pluma de la autora quien vive atascada en un siglo pasado donde la mujer vivía por y para atender la casa y cuidar de su marido y sus hijos. Ojo, que no estoy menospreciando a las mujeres que deciden dedicar su vida a eso si así lo quieren y ahí está su felicidad pero creo que ya va siendo hora de que haya una sola protagonista femenina de la autora con una carrera y vida laboral propia, que no tenga que renunciar a ella una vez que conoce al protagonista y consigue que este quiera sentar cabeza. Aún así seguiré leyendo a la autora. Sigue siendo mi pequeño placer culpable. + Leer más |
Este libro es un gran NO. Hace agua por todas partes. A la mitad ya tenía unas ganas locas de gritar “¡Abandonen el barco!” Pero al final lo he visto hundirse hasta el final. Estoy acostumbrada al tono aleccionador de Diana Palmer quien considera que el sexo sólo debe practicarse después del matrimonio y quien no se corta en repetirlo hasta la saciedad. Pero me lo tomo como el típico comentario que podría decir mi abuela porque al fin y al cabo eso es lo que es la autora a sus 71 años. Una abuela, una abuela escritora pero abuela al fin y al cabo. Sin embargo, en este libro ya se pasa. Por momentos no sabía si estaba leyendo una novela romántica ranchera o un panfleto de crítica social. De esos que te vienen a decir que el mundo ha ido cuesta abajo y sin frenos. La autora no sólo crítica la liberalidad en cuanto al sexo sino que hay críticas a la situación actual de los países del tercer mundo, al mundo de guerrillas, al respeto a los animales, a las leyes y hasta le toca el turno al cine. Mención especial a las nuevas películas de Star Wars. La historia tampoco se salva. La capacidad de la protagonista de “ver el futuro” podría haber dado para mucho pero ella se convierte en un mero adorno del protagonista quien tampoco es que sea muy listo porque el malo le mete unos goles que se veían venir desde lejos. Y hablando del malo, otro increíblemente desaprovechado y a quien pintan de tonto a pesar de toda la que lía. Sólo así se puede explicar su final. Claro que la escritora tiene un recurso para ello, y de paso mete otro poquito de crítica: + Leer más |
De lo mejor de la autora. Ha sabido sacar buen provecho de la extensión extra que no suelen tener sus otras historias. Diana Palmer tiene una habilidad única para atraparme con sus historias una y otra vez a pesar de que estás no se salgan de un marco muy bien establecido. Parece haber encontrado la fórmula perfecta y se ha mantenido fiel a ella. Pero lo que podría ser una desventaja en realidad se convierte en todo lo contrario, sé exactamente lo que me voy a encontrar cuando cojo un libro con su firma: - Vaqueros atractivos, algo bordes pero con un gran corazón que sólo se vislumbra al final. - Chicas inocentes irremediablemente muertas de amor por el vaquero anterior. - Una relación con una gran diferencia de edades. De más de 10 años en más del 90% de los casos. - Unos ideales, modo de comportarse y todo lo demás que no va para nada acorde a la época y cierto tonillo de abuelilla aleccionadora que en lugar de molestarme me saca una sonrisa como si estuviera ante los suspiros de pesar de quien vivió en otra época, y en realidad es más o menos así debido a la edad de la autora quien no es precisamente una jovencita. Casi podría ser una historia que me podrá contar mi propia abuela. - Una historia bonita, dulce que se desarrolla sin grandes sobresaltos y que me atrapa precisamente por su simplicidad. A veces se agradece poder poner la mente a descansar sin econtrarme montada en una montañarusa emocional sin previo aviso. En esta ocasión la autora no defrauda, he tenido todo eso y algo más. El final es de los que me gustaría ver más en sus obras las cuales muchas veces terminan demasiado abruptamente para mi gusto. Pero no esta vez, no señor, esta vez he tenido un final enteramente de mi gusto. + Leer más |
Diana Palmer, mi pequeño placer culpable. Hubo un momento en el que el comportamiendo de ella resulta de lo más infantil pero por lo demás está bien, típica historia de la autora. |
Un libro que me gustó pero que no terminó de encantarme. La novela tiene tres historias contadas de forma paralela, podemos decir que cada historia incumbe a una pareja distinta y lo común es que en las tres parejas hay un componente formado por uno de los hermanos Whitehall: Cole y Lacy; Katy y Turco; y Ben y Faye. La historia está bien, pero al ser tres, ninguna se alarga mucho por lo que no llegamos al pico de complejidad que haría de esta una gran novela. Tampoco hace que mejore el hecho de que las primeras páginas sean un largo resumen de todo lo que ha pasado hasta llegar al momento actual, una lista de sucesos contados de forma aburrida que hace que sintamos que estamos leyendo un libro que es una segunda parte, cuando no es así. Ese resumen sirve de contexto, pero es muy largo e incluye partes muy importantes, hubiera mejorado si en lugar de contarnos todo como una lista pudiésemos verlo al igual que el resto de la historia. Los personajes están bien construidos, son complejos, pero ninguna de las historias tiene un desarrollo completo, puesto que todo avanza muy deprisa y solo vemos una pequeña parte de la historia. El final también se cuenta como una lista de sucesión de hechos, algo que hace que se pierda mucho. Unas historias complejas que pudieran estar bien si se hubieran desarrollado de otra forma, con más tiempo, más páginas y tal vez eliminando la parte que incluye a Ben y Faye, puesto que el personaje al que seguimos en esta parcela, Ben, no aporta nada útil a la historia y sobra. Enlace: http://excentriks.blogspot.c.. + Leer más |
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?