Dulce Despedida de David Nicholls
No era un gran amante de la naturaleza, no me dedicaba a la observación de aves, a la pesca ni a la poesía no podría haber nombrado una especia de árbol aunque cayera sobre mi y no tenía una vista o claro favorito, pero la soledad era menos humillante allí lejos, era casi placentera.
|