Mi prima Rachel de Daphne du Maurier
Éramos soñadores, poco prácticos, reservados, teníamos grandes teorías que nunca pusimos a prueba y, como todos los soñadores, estábamos dormidos en un mundo despierto.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 322 calificaciones)
/
Mi prima Rachel de Daphne du Maurier
Éramos soñadores, poco prácticos, reservados, teníamos grandes teorías que nunca pusimos a prueba y, como todos los soñadores, estábamos dormidos en un mundo despierto.
|
Rebeca de Daphne du Maurier
Una nube, antes no vista, cubrió de repente la luna y se detuvo un instante, como mano sombría que escondiera una cara. Desapareció la ilusión con ella y las luces de las ventanas se apagaron. Volví a ver solamente un caserón desolado, inanimado, abandonado hasta de los fantasmas, sin que ni un eco del pasado se agarrase a sus paredes desnudas.
|
Rebeca de Daphne du Maurier
Allí estaba Manderley, nuestra Manderley, oculta y silenciosa como siempre, sus piedras grises brillando a la luz de la luna que presidía mi sueño
|
Rebeca de Daphne du Maurier
Era como si ya hiciera mucho tiempo que nos conocíamos y ahora nos hubiéramos vuelto a encontrar después de una separación de varios años
|
Mi prima Rachel de Daphne du Maurier
La cuestión es que la vida hay que soportarla y vivirla. Lo complicado es cómo vivirla. El trabajo diario no presenta dificultades. [...] Nadie sabrá jamás la carga de culpabilidad que llevo sobre los hombros ni que todos los días, perseguido por la duda, me hago una pregunta para la que no tengo respuesta. [...] ¡Qué suave y tierno suena su nombre cuando lo digo en voz baja! Remolonea en la lengua, lento e insidioso, casi como veneno, que sería lo más parecido. Pasa de la lengua a los labios resecos y de los labios vuelve al corazón. Y el corazón controla el cuerpo y también la cabeza. ¿Alguna vez me veré libre de él? [...] Al menos dejaré un legado de belleza cuando me muera. Pero no es natural que un hombre esté solo y enseguida todo se le vuelva perplejidad. Y de la perplejidad a la fantasía. Y de la fantasía a la locura. |
Rebeca de Daphne du Maurier
Manderley, tan apacible y elegante ... Quienquiera que viviera dentro de sus muros, cualesquiera que fueran sus problemas y sus luchas, sus inquietudes o dolores; sin importar las lágrimas que derramaran o los dolores que soportaran, la calma ancestral de Manderley no podría romperse ni su belleza destruirse
|
La posada Jamaica de Daphne du Maurier
¡Qué Navidad más extraña!, pensaba mientras cruzaba East Moor con el Hawks Tor por Guía y dejaba atrás los montes por el otro lado. El año anterior se había arrodillado en la iglesia al lado de su madre y había pedido salud, fuerza y valor para las dos. Había pedido paz de espíritu y seguridad, que su madre viviera mucho tiempo todavía y prosperidad para la granja. La respuesta fue enfermedad, pobreza y muerte. Ahora estaba sola, atrapada en una red de brutalidad y delitos, viviendo bajo un techo que aborrecia, entre gente a la que despreciaba.... y andando por un páramo yermo y hostil al encuentro de un ladrón de caballos y asesino, además. Esa Navidad no rezaría ninguna oración a Dios
|
Mi prima Rachel de Daphne du Maurier
La verdad era una cosa intangible, invisible, con la que tropezábamos algunas veces sin llegar a reconocerla, y que solo la encontraban, la guardaban y la entendían los ancianos que se aproximaban a la muerte y, a veces, los muy puros o muy jóvenes.
|
Rebeca de Daphne du Maurier
El señor de Winter se construyó este infierno y a nadie más que a sí mismo debe agradecerlo
|
Rebeca de Daphne du Maurier
Rebeca, siempre Rebeca. Fuera donde fuera, en Manderley, me sentase donde me sentase, incluso en mis pensamientos y sueños, allí me encontraba con Rebeca
|
¿Qué objeto le lanzaron los gemelos Weasley a Voldemort a la cara?