Nantes, siglo XVIII. Léa regenta, junto a su hermano Gabriel, la librería La Chouette. Entre sus cuatro paredes los dos hermanos no solo venden ejemplares comunes, sino que distribuyen en secreto libros prohibidos, los llamados "libros filosóficos" de índole normalmente erótica. A pesar de que nunca les han pillado, deben andarse con ojo, pues el inspector Dubois les vigila y sabe que algo traman.
La vida de Léa no puede ser más tranquila hasta que a la puerta de La Chouette llama su amigo Matti —un granuja que se ha ganado el corazón de todo Nantes— acompañado de Alexandre, futuro barón de Lorient. Acuden a la librería para reservar libros prohibidos y Léa, divertida ante la incomodidad patente en el desconocido, le recomienda hacerse con un libro erótico.
El carácter Alexandre, una persona reservada, seria y muy responsable, choca con el de Léa, descarada, deslenguada y atrevida. Lo que al comienzo parece una distancia insalvable entre ellos, va acortándose cuando descubren que, a pesar de sus diferencias, hay muchas bondades por descubrir el uno en el otro.
Tu luz en mis manos es una novela de 325 páginas divididas en 50 capítulos. Al haberlo leído en digital no estoy completamente segura de la longitud de estos, pero sí sé que no se me hacían largos, por lo que para mí la cuantía de páginas era la adecuada. La obra está narrada en tercera persona y, en unas ocasiones toma la perspectiva de Léa y, en otras, la de Alexandre; de este modo, nos es más fácil empatizar con ambos, pues sabemos perfectamente cómo perciben y sienten lo que está ocurriendo.
En cuanto al ritmo de la lectura, se me hizo algo irregular y es uno de los motivos por los que no le he puesto la máxima puntuación. Los personajes se presentan muy pronto y, durante un par de capítulos, no terminas de asimilar bien qué está pasando. Lo bueno es que esta confusión dura muy poco y conforme vas adentrándote en el libro y conociendo a sus personajes, el ritmo se vuelve más fluido.
La pluma de Cecilia Agüero es, como en todo lo que he leído de ella, espectacular. Tiene un talento especial para construir a sus personajes y se nota el mimo con el que da pinceladas a sus personalidades, cómo se esmera por evitar a toda costa que haya relaciones o actitudes tóxicas entre los personajes. Asimismo, me ha encantado ver cómo aúna su faceta como escritora y como historiadora.
Los personajes son sin duda alguna el punto fuerte de Cecilia Agüero. Los perfila de tan forma, y los dota de tal verosimilitud, que creerías que son personas reales que podrías encontrar en tu día a día. Lo que más he disfrutado de ellos es que todos tienen sus luces y sus sombras y, la mayoría de ellos, son capaces de pedir perdón cuando cometen errores, especialmente los protagonistas.
Léa es una mujer adelantada a su época. No solo en su profesión muestra su atrevimiento, en su actitud y su forma de dirigirse a los demás también se muestra segura y pícara, a pesar de que bajo toda esa fachada pueden entreverse algunas inseguridades. De ella me ha sorprendido y fascinado que, a pesar de su tipo de personalidad, no reniega en ningún momento de todo aquello asociado a la feminidad. Por su inteligencia y rebeldía me ha recordado a Jo March y, debido a ello, esperaba en cierto modo que todo lo femenino la disgustara. Sin embargo, me he encontrado a una mujer fuerte e independiente que, a su vez, disfruta de llevar vestidos vistosos y sentirse una princesa; y es que, desde luego, una cosa no quita a la otra, se puede ser ambas mujeres a la vez.
Alexandre, por su parte, ha sido mi personaje favorito de Tu luz en mis manos. Contrario a su apariencia recta, sofisticada y seria, él es una persona vulnerable que solo quiere ser la versión más perfecta de sí mismo para que su familia se enorgullezca de él y suplir los errores de su hermano, que es un bala perdida dado a la bebida. De él me ha encantado su lucha interna entre quién es, quien debe ser y quien quieren que sea. Ante esta amalgama de sentimientos uno podría pensar que se mostraría reacio a abrir su corazón; por fortuna, cuando llega la persona indicada —Léa, por supuesto—, no duda en exponer sus mayores miedos y dejarse cuidar.
En cuanto a los personajes secundarios, me han encantado muchos de ellos. Con Matti me he reído muchísimo y se hace fácil quererle, a pesar de que al principio da la impresión de que no se toma nada en serio tiene un corazón de oro. También Sophie, costurera y mejor amiga de Léa, me ha enternecido, así como Gabriel y su carácter protector para con su hermana.
En lo referente a la trama, lo primero a destacar de Tu luz en mis manos es su original ambientación. Cecilia nos traslada a Nantes en un año indeterminado del siglo XVIII. Creo que es el primer libro que leo de esta época que tiene lugar en Francia, por lo que me ha servido para hacerme una idea de la sociedad francesa de entonces, tanto de la flor y la nata (muchas escenas tienen lugar en bailes o entornos intelectuales), como de la gente de a pie (la familia de Léa son de clase media).
Asimismo, he podido aprender acerca del gremio de los libreros. Me ha fascinado saber que había libros prohibidos por su contenido, pero que eso no implicaba que ese tipo de literatura no siguiera vendiéndose en las sombras por personas dispuestas a arriesgarse. Además, descubrir la existencia de los libelos (libros breves cuyo objetivo principal era difamar) me ha inspirado para escribir un artículo en mi trabajo.
Las relaciones entre personajes están llenas de matices. Por un lado, los lazos familiares cobran muchísima relevancia. Si nos fijamos en el círculo de Léa, tiene un vínculo complicado con su abuela, que no solo es dura con ella, sino también con su madre, es decir, su propia hija. Mientras Léa es un alma libre y de mente abierta, su abuela está más ceñida a las convenciones de la época y en cada oportunidad que tiene, la insta a comportarse como una verdadera dama. En cuanto a Alexandre, sus rencilllas familiares con su hermano han sido, para mí, uno de los grandes aciertos de la obra, además de ser imprescindibles en la configuración de él como personaje.
Por otro lado, el romance ha seguido una dinámica que me encanta: de amigos a amantes (como enemigos no duran mucho, por lo que no lo encajaría en ningún momento en esta categoría). La forma que tienen Léa y Alexandre de interactuar, de comunicarse (algunas veces mejor que otras) y, sobre todo, de respetarse e intentar encontrar un punto de equilibrio en el que sentirse cómodos los dos me ha maravillado. También añadir que las escenas de sexo aparecen en su justa medida y se han descrito, a mi gusto, con las dosis perfectas de sensualidad y erotismo.
Por último, me encantaría destacar la sororidad entre personajes femeninos. Sin entrar en detalles diré que dos personajes femeninos podrían haber sucumbido a los celos y a la tan recurrida rivalidad y, sin embargo, no lo hacen y dan muestra de su madurez y entereza.
En cuanto al desenlace, me ha resultado un tanto abrupto. Quedan muchas incógnitas por resolver y, aunque se sobreentiende que habrá segunda parte, la acción se corta prácticamente de repente y te queda una sensación extraña en el cuerpo. Me hubiese gustado una nota aclaratoria en la que se especificara el futuro de la historia.
En definitiva...
Tu luz en mis manos es el equilibrio perfecto entre los géneros de romántica e histórica. Por un lado, la autora te traslada en un abrir y cerrar de ojos al Nantes del siglo XVIII, descubriéndote con ello un sinfín de curiosidades sobre la época y la sociedad francesa de entonces. En el otro lado de la balanza, nos presenta a dos personajes que, tras conocerse, se convierten en amigos y se enamoran poco a poco. La naturaleza de su relación, donde se hablan las cosas y miran por el bien el uno del otro, confiere a la historia de un elevado grado de madurez. Sus tintes eróticos, aunque presentes, no son excesivos y casan a la perfección con el resto de la novela. A pesar de que el desenlace es un tanto abrupto y deja incógnitas por resolver —parece dejar la puerta abierta a una continuación—, merece mucho la pena adentrarse en esta obra y descubrir por uno mismo todas sus bondades.
Enlace:
https://lavidademisilencio.b..