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Los hijos de sol y de luna, vivían en relativa armonía, cada uno en una orilla del gran dios Serpiente. Pero cuando los incendios y el hambre empiezan a asolar a los hijos de luna, comienzan las incursiones en las tierras de Sol. En una de esas disputas los blancos atacaron a la familia de Cila y Cati, dejando a la pequeña sin voz y a la mayor con el corazón lleno de odio. Al otro lado del río, Fabián y su familia, se ven obligados a emigrar, pero no serán especialmente bien recibidos por los morenos. Fabian tendrá más de un roce con Cila y su mal genio. Odio, peleas y discriminación, estarán a la orden del día. Pero la pequeña Cati no tiene el corazón tan dolido y la curiosidad le llevará a querer conocer a Marco ¿Es posible un acercamiento entre blancos y morenos? ¿O el odio está aún demasiado presente? ¡Me ha encantado! No podía parar de leer. Me ha gustado muchísimo la trama y la fuerte crítica social, que perfectamente podría traspasar las páginas del libro. Los personajes son numerosos. Entre los morenos, sus protagonistas son las hermanas Cila y Cati, la primera es puro fuego, en contraste con la ternura de la pequeña. Entre los blancos, destacan Fabián como líder de grupo y Marco. Pero hay muchos otros secundarios y lo mejor es que cada capítulo, está narrado desde el punto de vista de un personaje diferente. Un inicio brutal de bilogía donde encontrar amistad, romance, mentiras, peleas y lucha contra la xenofobia y el machismo. Por poner una mínima crítica, es que el lenguaje me ha rechinado en algún momento puntual, por el acento de la autora. Pero ese final de infarto, me ha dejado con mil ganas de leer el segundo. |
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